Los agentes de Medicina Legal encontraron que los seis privados de la libertad fallecidos, en el Centro de Rehabilitación de Turi, Cuenca, tenían huellas de maltrato y uno de ellos el hígado reventado. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Los seis privados de la libertad que aparecieron ahorcados en sus celdas, en el Centro de Rehabilitación Social de Turi, en Cuenca (Sierra sur de Ecuador), antes de ser colgados fueron asesinados a golpes. Eso revelaron los protocolos de las autopsias practicados a los seis cuerpos en el Centro Forense de Cuenca.
Este hecho ocurrió el 20 de febrero del 2020 y causó conmoción en Azuay por los niveles de inseguridad que se viven al interior del centro penitenciario.
Ese día la directora del Centro de Rehabilitación Social, María Belén Cabrera, dijo que no hubo amotinamiento y que las seis personas fueron encontradas en sus propias celdas, suspendidas del cuello con prendas amarradas en las literas.
Además, indicó que los compañeros de celdas fueron los que alertaron del hecho a los agentes penitenciarios y luego a las autoridades.
Los fallecidos Estalin E., Carlos C., Jorge C., Pedro P., Darío M. y Adinson L. Cumplían condenas de 40, 25 y tres años por asesinato y robo.
Los resultados de las autopsias ya fueron proporcionados a la Fiscalía de Azuay que investiga estos delitos. Los agentes de Medicina Legal encontraron que los fallecidos tenían huellas de maltrato y uno de ellos el hígado reventado, lo que confirmó que se trataron de muertes violentas.
Además, encontraron doble surco en sus cuellos, que empiezan en la parte frontal y se cierran completamente en la nuca, que no corresponden a suicidios.