El sábado a las 21:30 dos presuntos sicarios asesinaron a Óscar T., de 25 años. El hecho sucedió en el barrio La Paz, en el noreste de la ciudad. Ellos se movilizaban en una motocicleta.
Mientras los familiares y amigos velaban el cuerpo de Óscar, a tres cuadras de ese lugar mataron ayer, a las 12:30, a Rody F., de 27 años. Él permanecía junto a cuatro amigos.
De pronto, una camioneta doble cabina negra paró su marcha. Adentro iban cuatro sujetos. Uno de ellos se bajó, era de mediana estatura y tez blanca, cuenta un vecino del lugar. Ese individuo se acercó hacia Rody, sacó un arma de fuego y le disparó al rostro y al pecho. Seis tiros impactaron en el cuerpo y murió de contado.
Los familiares de Rody ingresaron a su pariente muerto a la casa. La Policía llegó al lugar pero no pudo hacer nada para retirar el cadáver y realizar las diligencias legales.
La noticia sobre el asesinato del joven recorrió Manta inmediatamente. En poco tiempo los amigos y familiares coparon los exteriores de la casa ubicada en la calle 117 y avenida 200.
El hermetismo era total. Hasta las 15:15, los jefes de la Policía no habían recopilado mayores datos sobre ambos asesinatos.
Los controles de los agentes en las vías de acceso a Manta se intensificaron ayer, después del mediodía. Efectivos de las fuerzas especiales de la Policía pararon vehículos en cuyo interior presumen se movilizan personas sospechosas.
Revisaron los automotores causando molestias a los usuarios. “Son los controles de rigor, estamos solicitando a la gente que nos colaboren”, manifestó un gendarme que actuó en estas operaciones antidelictivas.
En lo que va del año, entre los cantones Manta, Montecristi y Jaramijó han sido asesinadas 56 personas. En 31 acribillamientos los presuntos asesinos se movilizaban en motos.