Los mantenses están conmocionados. El asesinato de Víctor Lenin Chiriboga causó temor entre los vecinos. El hecho ocurrió a las 07:45 de ayer en uno de los ingresos al sector de La Pradera y hasta la tarde no se conocían exactamente las causas del ataque armado.
Lo único que dijeron los testigos es que la camioneta blanca doble cabina en la que iban el hombre, su esposa y un menor, fue interceptada por dos hombres que se movilizaban en una motocicleta.
Los resultados: nueve tiros al vehículo, la muerte del presidente de la Junta Cívica de Manta; su esposa y un niño heridos.
Desde hace 30 años, Chiriboga incursionó en política y llegó a ser Viceprefecto de Manabí. Desde hace cuatro años estaba al frente de la Junta. Desde hace 10 años era Secretario Ejecutivo del Sindicato de Choferes de Manta. Allí fundó una escuela de conducción a la cual la bautizó como Laercio Chiriboga, en honor a su fallecido padre.
Los socios del Sindicato de Choferes se reunieron desde las 15:00 en el local de la entidad, ubicado en la Calle 13 y Avenida 23. En una improvisada tarima dentro del edificio de dos plantas, sus integrantes dijeron que la gente de Manta debe manifestar su enojo por el asesinato.
En lo que va del año, únicamente en Manta, Montecristi y Jaramijó ya se registran 43 muertes violentas. Informes oficiales de la Policía Judicial señalan que hasta el 2010, Manabí estaba en el cuarto puesto entre las provincias con mayor número de muertes violentas (279 casos en ese año).
Desde el 2011 hasta el primer trimestre de este año, esa jurisdicción pasó a segundo lugar, solamente superada por Guayas.
El año pasado en Manabí hubo 284 casos, entre enero y marzo de este año sumaron 63 hechos.
Una ordenanza polémica
En julio del año pasado, el Municipio de Manta adoptó una medida contra la inseguridad.
Con 11 ediles, el Concejo Municipal analizó en primera instancia la Ordenanza que restringe a uno el número de ocupantes que pueden viajar en una moto.
En la exposición de motivos, fueron gravitantes dos hechos de violencia que causaron conmoción en este puerto de Manabí.
Uno fue el asesinato de Luis J. el 13 de junio de ese año. Él y su
familia habían sido víctimas de un atentado, pues desconocidos arrojaron un explosivo a su casa.
Al día siguiente, cuando él se encontraba frente a la vivienda destruida, a las 17:00, dos hombres aparecieron en una moto, dispararon y segaron su vida.
Otro crimen que influyó en esa decisión fue el que ocurrió 29 días después, cuando sospechosos asesinaron a Elizabeth M. luego de que saliera de un banco.
No obstante, una marcha que dos meses después realizaron 1 500 motociclistas fue determinante para que la Ordenanza no se aprobara en segunda instancia.
Por eso, en este momento aún se pueden movilizar dos o más personas en ese tipo de automotores.
“La Ordenanza está en plena fase de socialización”, señaló ayer a este Diario un concejal.
Entre el temor y la molestia
La gente que conocía a Chiriboga reaccionó molesta ayer. “Creo que si tenemos más firmeza podríamos salir a las calles este viernes a decirles, a los que matan a sangre fría, que no soportamos más ese tipo de atropellamiento a un derecho elemental del hombre, como es la vida”, dijo una persona allegada al dirigente.
Hasta la tarde, en Manta se esperaba a alguna autoridad del Gobierno y poco a poco se conocían detalles del asesinato. Se supo, por ejemplo, que el dirigente salía al recorrido diario desde su casa, en La Pradera, noreste del Puerto. Tenía que dejar a un niño en el jardín de infantes y luego ir
a su trabajo, en el Sindicato de Choferes de Manta.
Otros testigos contaron que minutos antes del ataque, Chiriboga redujo la velocidad de su vehículo y salió a la calle 103, que comunica el norte con el centro de la ciudad. “Los hombres que dispararon huyeron en dirección a la barriada”, recordó un hombre, que a esa hora circulaba por el lugar.
La mujer y el niño, heridos
Mientras los médicos legistas realizaban la autopsia al cadáver de Chiriboga, su esposa luchaba por su vida en el quirófano de un centro de salud de la ciudad.
Los médicos que la atendían comentaron que la mujer llegó con “poca fuerza”, debido a que tres balas la impactaron y causaron daños en el abdomen.
Ella fue intervenida desde las 10:00 hasta pasadas las 14:00 y hasta la noche su estado aún era crítico. El niño de 4 años que viajaba con la pareja también fue impactado por un proyectil. La bala quedó alojada en la zona cervical. Los médicos creen que el menor podría tener complicaciones de movilidad de sus brazos debido a la herida. El caso es investigado por agentes de la zona.
Otro atentado de sicariato
Trece horas después de la muerte de Chiriboga, una nueva balacera se registró en la ciudad de Manta.
En la tercera transversal de la Ciudadela Metropolitana Los Eléctricos, en el suroeste de la ciudad, dos personas que se movilizaban en una motocicleta abalearon a una familia que disfrutaba de una parrillada.
Rosendo D., propietario del inmueble, dijo que las personas que abrieron fuego eran dos jóvenes. “Gracias a Dios dos vehículos 4X4 que estaban parqueados frente a la casa obstaculizaron la visibilidad de estos personajes, sin embargo, una de las balas pasó a 20 centímetros de uno de mis hijos y otros proyectiles impactaron en los automotores”, explicó Rosendo.
Este nuevo acto de violencia se registró mientras en el Comando de la Policía Nacional, autoridades del Ministerio del Interior y altos jefes de policiales daban una rueda de prensa a los representantes de los medios de comunicación en relación con la muerte de Lenin Chiriboga.
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