Las autoridades carcelarias de Colombia aseguraron hoy que Luis Alfredo Garavito, considerado como el mayor asesino en serie del país, no quedará pronto en libertad a raíz de reducciones de pena, como han advertido dirigentes políticos.
Garavito fue capturado en 1999 y ha recibido varias condenas, la más alta de 31 años de prisión, en el marco de procesos por la violación y asesinato de al menos 140 niños en Colombia y Ecuador.
El código penal colombiano no permite la acumulación de penas, de modo que una persona que reciba varias condenas debe purgar la más alta.
La voz de alerta sobre la posibilidad de que el criminal, de 54 años, quede pronto en libertad fue dada por la senadora Gilma Jiménez, una dirigente del Partido Verde que se ha caracterizado por presentar proyectos de ley en beneficio de los menores de edad.
Jiménez ha afirmado que sabe de buenas fuentes que Garavito ha mostrado buen comportamiento en la cárcel y puede recibir sustanciales rebajas de penas, por lo que pidió al gobierno hacer coordinaciones con Ecuador para que si pasa eso la Justicia de ese país lo reclame para que purgue allí una condena de 22 años.
Sin embargo, el director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), general de la policía Gustavo Ricaurte, dijo que Garavito sigue siendo procesado por otros casos y vaticinó que le restan unos 25 años de prisión.
Asimismo, Ricaurte dijo que Garavito se encuentra totalmente aislado en la cárcel de máxima seguridad de Valledupar, en el norte del país, y que solamente sale de su celda a un patio para estudiar.
Garavito, que en los últimos años ha concedido entrevistas por televisión en las que ha hablado con frialdad de cómo buscaba a los niños para violarlos y matarlos, intentó suicidarse en 2007, pero solamente se produjo heridas en la cabeza al golpearse con fuerza varias veces contra las rejas de su celda.