[[OBJECT]]Salía de viaje para Quito en una cooperativa de transporte luego de hacer un trabajo. Eran aproximadamente las 21:00, hora en que salió el bus desde la terminal. El carro venía desde Guayaquil. No había nada sospechoso.
Cuando estábamos cerca de llegar a Tandapi (a 25 minutos de Santo Domingo de los Tsáchilas), seis personas se pararon y sacaron sus pistolas. Amenazaron al chofer y al controlador. Gritaron: “Esto es un asalto” y nos insultaban.
Parece que tenían todo calculado, porque iniciaron el asalto en un sitio donde no había luz y todo es silencioso. Los desconocidos nos llevaron a un sector desconocido hasta para el conductor.
Solo después supimos que el sector a donde nos llevaron era conocido como La Virgen. Cuando llegamos ahí nos hicieron bajar uno por uno.
Para amedrentarnos hicieron un disparo a la ventana del bus. Tuve suerte de salir con vida porque la bala pasó cerca de mí. Destrozó un asiento.
Mientras llegábamos al lugar donde nos desvalijaron, nos ordenaron que nos ubicáramos en la parte trasera de la unidad.
Estábamos todos amontonados y con miedo. Esos hombres nos amenazaban permanentemente con sus armas.
Las mujeres que iban en ese automotor tenían temor de que fueran a abusar de ellas. Dos de los hombres se quedaron amenazando a las personas que estaban en la parte posterior del bus.
Se llevaron todo lo que teníamos puesto. A mí me quitaron USD 200, los zapatos y mi maleta, producto de mi trabajo.
Estos se llevaron un gran botín porque ese bus traía una mercadería de Guayaquil.
Utilizaron una camioneta que, supongo, era en la que venían siguiendo al bus. Fueron cinco horas interminables en las que no sabíamos si íbamos a sobrevivir. Nos tuvieron desde las 10:00 hasta las 03:00. Para asegurarse de que nos los siguiéramos también se llevaron el volante del bus. Hasta eso se robaron.
Estábamos con poca ropa. Hacía un frío tremendo.Uno de las viajeros tuvo que salir a pedir ayuda a la carretera.
Luego de esto llegaron los policías del sector y nos preguntaron si sabíamos quiénes eran los que nos asaltaron. ¡Qué vamos a saber! El conductor dio aviso a la cooperativa y allí le comentaron que los desconocidos fueron seis personas que se subieron desde la terminal de Guayaquil.
Otro bus nos llevó hacia Quito. No tenía dinero. Tuve que tomar un taxi para llegar a mi casa. Mi familia estaba asustada.