Las armas y municiones serán destruidas en presencia de las autoridades. Foto: EL COMERCIO
10 139 armas de fuego y 43 000 municiones fueron entregadas por parte de la Policía Nacional al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas la mañana de este jueves 8 de septiembre del 2016, para su destrucción. El armamento fue incautado en patrullajes y operativos preventivos en varias ciudades del país.
Según Diego Mejía, comandante general de la Policía Nacional, las provincias donde se encontraron la mayor cantidad de estas armas fueron: Los Ríos (2 219), Manabí (2 077) y Esmeraldas (1 632). Los operativos no solo se realizaron en las ciudades, sino también en las carreteras. El armamento no está involucrado en procesos judiciales.
En esta II fase de entrega de armas para destrucción no se incluyó otras 15 000 incautadas en las zonas 9, 8, 5 y en las subzonas de Pastaza y Azuay. Estas serán entregadas próximamente. En total, en todo este proceso, se destruirán 35 000 armas de fuego.
Felipe Vega de la Cuadra, viceministro de Defensa, explicó que en los próximos días se aprobará un acuerdo ministerial con la regulación para el registro de armas. Con esto se espera retirar la mayor cantidad de armas de fuego de fabricación artesanal del mercado, dando opciones para que las compañías de seguridad privadas puedan canjear sus armas con las industrializadas, sostuvo el Viceministro.
Además, se simplificarán los trámites. Los nuevos procedimientos permitirán la investigación en el caso de que un arma esté implicada en algún delito, sostuvo Vega de la Cuadra.
El objetivo es construir una “sociedad de paz” y que las personas no tengan en su posesión este armamento, declaró la subsecretaría de Seguridad Interna, Karina Argüello.
El Ministerio de Defensa, a través de la oficina de control de armas, recibió este grupo de armas y municiones numeradas y registradas, luego se realizará un acta en presencia de un notario, se certificarán las armas y luego, con presencia de autoridades y Fiscalía se las destruirá en altos hornos.
Según el Viceministro, las autoridades estarán presentes hasta la destrucción de la última arma que se convertirá en acero. Este servirá para la construcción de edificios, puentes y carreteras en el Ecuador.