Un centenar de áreas de control en Guayas para hacer cumplir medidas

El personal de un laboratorio privado recogió las muestras para covid-19 en el garaje.

El personal de un laboratorio privado recogió las muestras para covid-19 en el garaje.

A las 14:30, miembros de las FF.AA. realizaron controles del toque de queda en la vía a Daule, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

El Puente de la Unidad Nacional amaneció el pasado miércoles 25 de marzo de 2020 totalmente vigilado. Más de 20 policías, militares y agentes de Tránsito custodiaban esta arteria vial que conecta los cantones de Guayaquil, Durán y Samborondón. Los uniformados controlaban uno a uno los vehículos que cruzaban. La idea era identificar a las personas que incumplían con la restricción vehicular que rige en el país por la emergencia sanitaria. Ayer solo se permitía el tránsito de los autos con placas que terminaban en número impar.

Este nuevo punto de control forma parte de los más de 100 que se desplegaron en todo Guayas, donde ya se activó la zona de seguridad especial, ordenada por el Gobierno, la noche del lunes. Esta estrategia busca endurecer las restricciones de movilidad de las personas para evitar que se siga propagando el virus covid-19.

Las últimas cifras oficiales señalan que ya existen 885 casos positivos en la jurisdicción más poblada del país. Y 16 de los 25 cantones ya tenían pobladores infectados. El balance también da cuenta que cinco alcaldes han dado positivo. El prefecto Carlos Luis Morales también está en aislamiento con su familia, un miembro de su hogar está con el virus.

Los controles se incrementaron, en especial en Guayaquil, Daule, Durán y Samborondón. En este último cantón ayer militares y policías montaron al menos tres puntos de monitoreo. “Hoy ya no hemos perdonado a nadie. La orden es sancionar a los que salen de sus casas sin tener permiso”, comentaba un agente, mientras hablaba con un infractor.

En el Puerto Principal también tenían las mismas disposiciones. En la av. De las Américas se montó otro punto de vigilancia. Los constantes patrullajes disminuyeron la movilidad vehicular. Así lo confirmó la general de la Policía Tanya Varela, en una entrevista telefónica con este Diario.

La oficial indicó que el balance del primer día de labores de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), el martes pasado, fue positivo. Sus informes detallaron que no hubo sancionados. “El primer día lo que hicimos es tratar de concientizar a las personas sobre el riesgo que corren sus vidas si siguen saliendo de sus casas. La gente al ver a policías y militares ya va entendiendo la importancia de la emergencia”, detalló.

Pero ayer, con la vigencia de del toque de queda, que empezó a las 14:00 a escala nacional, la situación cambió. Grupos de más de 50 policías y militares ingresaron a los sectores más populares de Guayaquil.

Los uniformados iban equipados con cascos, chalecos y protectores en brazos y piernas. La disposición era sancionar con multas económicas a todos quienes abandonaban sus casas desde las 14:00.

La ministra de Gobierno, María Paula Romo, informó antes de los operativos que las sanciones por primera vez serían de USD 100. En caso de reincidencia, un salario básico (USD 400) y la tercera, la persona será detenida y procesada penalmente. Las multas serán cobradas en las planillas de cualquier servicio básico.

El personal de un laboratorio privado recogió las muestras para covid-19 en el garaje. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

En la mañana también vigilaron que la movilidad fuera únicamente para comprar medicinas o abastecerse de alimentos. No se permite aglomeraciones. De hecho, las farmacias de Guayaquil deben atender a través de ventanillas. Ayer se cumplió parcialmente. En algunos locales se prohibió la entrada de usuarios y se despachaban las medicinas a través de las puertas. En otros lugares, solo se pedía que la gente tuviera un metro de distancia.

En los mercados también hubo poca actividad. En Sauces 9, por ejemplo, a las 10:00, las puertas de acceso lucían libres. Personas de la tercera edad caminaban por los pasillos de la plaza, por disposición del Municipio de Guayaquil.

Donde sí había gran aglomeración fue en las instalaciones de uno de los laboratorios privados en donde se toman las pruebas de covid-19. Una extensa fila de carros, con usuarios que querían acceder a los exámenes, rodeaba al menos dos cuadras del sitio. Allí ocho médicos con trajes especiales recibían a los pacientes y les practicaban las pruebas.

La alta demanda hizo que existiera una sobrecarga en los servicios. Así lo informó la empresa en un comunicado. En el documento se explica que hay demoras en la entrega de los resultados, “debido a las restricciones de transporte” las pruebas tardan en llegar a Quito, donde son procesadas. Allí al día se realizan 150 análisis.

La FTC trabaja en la preparación de un corredor humanitario para que Guayas no sufra desabastecimiento.

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