Con anuncios laborales falsos difundidos en Internet, banda hurta vehículos en Quito

La propietaria del vehículo logró recuperar su auto después de una semana de que el automotor estuviera desaparecido. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

La propietaria del vehículo logró recuperar su auto después de una semana de que el automotor estuviera desaparecido. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

El vehículo fue recuperado en el sur de Quito, la noche del martes 30 de enero del 2018. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El Daewoo Tacuma beige fue localizado la noche del martes, 30 de enero 2018, por uniformados de la Policía Comunitaria de Quitumbe (sur de Quito), en una estación de combustible ubicada frente a la terminal interprovincial de buses. Este vehículo desapareció junto a otros dos carros, hace más de una semana en el norte de la ciudad.

¿Cómo ocurrió el hecho? La dueña del Daewoo, Rocío C., lo prestó a su ahijada para que lo utilizara en un trabajo como supervisora en la venta de equipos GPS para autos. Esto tras leer un anuncio por Internet en el que se ofertaba ese tipo de empleo.

El principal requisito para laborar allí era presentarse a una capacitación con vehículo propio. La joven fue con el de su madrina. También estaban los dueños de otros dos carros. Durante el taller, la gente de la supuesta empresa que instalaba los GPS les pidió las llaves, las matrículas y los chips de los celulares. El objetivo: abrir los automotores e instalar los equipos de rastreo y probarlos.

Luego se percataron que los carros no estaban en el sitio donde los parquearon. Uno de los jóvenes que asistió al taller les reclamó, pues no les autorizó mover el suyo. En ese instante les exigieron que los devuelvan, pero desaparecieron. Tras el hecho, presentaron las denuncias en la Fiscalía.

El teniente Franklin Gallo, agente de la Policía Judicial, maneja las investigaciones de este caso. Indicó que los otros dos vehículos desaparecidos ya fueron recuperados en anteriores operativos.

Aclaró que en este caso no se presentaron denuncias por robo de los automotores, sino por estafa. Es decir, se engañó a los propietarios de los vehículos para luego hurtarlos. Asegura que, al parecer, se trata de una banda organizada que comercializa carros hurtados y utiliza la Internet para ofertarlos, principalmente en plataformas de anuncios gratuitos.

“Se presentó una denuncia por estafa. Dentro de esta situación se determinó el hurto”. En ese sentido, los vehículos no constan en los sistemas informáticos de la Policía como robados y quienes los sustraen los pueden comercializar con tranquilidad. La razón: los futuros compradores verifican que no fueron reportados como robados y supuestamente son legales. Lo que no saben es que detrás de estos hay denuncias por estafa.

A su juicio, quienes se dedican a esa actividad delictiva también buscan intercambiar autos legales por otros de dudosa procedencia. Ese proceso lo realizan por Internet y así se conforma una cadena delictiva.

El carro de Rocío llevaba más de una semana desaparecido. El coronel Fabián Codel, comandante policial del Distrito Quitumbe, señaló que los uniformados interceptaron a una plataforma que transportaba al Daewoo Tacuma. Al conductor se le pidió documentación que no pudo justificar y se contactaron con la Policía Judicial.

Dos mujeres son investigadas dentro de este caso, indicó Gallo. Se trata de dos empleadas de la empresa que supuestamente se dedica a la venta de GPS. En las investigaciones se determinó que ellas, al parecer, fueron contratadas por esa compañía para laborar allí y en su primer día de trabajo se registró el hurto de los tres automotores.

“También son personas engañadas por estos estafadores”, precisó el agente. Se engaña a personas que necesitan trabajo y se aprovechan de la necesidad.

Rocío lloró al conocer que su vehículo fue recuperado. Recordó que era de su esposo, quien falleció hace dos años. Cuando miraba al carro se imaginaba a su marido cuando lo conducía...

Suplementos digitales