Los uniformados del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) portaban fusiles M-16 y equipo antibalas, al cerrar el paso en el corredor que lleva a un estrecho salón en la planta baja de la Policía Judicial de Pichincha.
Desde las 23:15 del miércoles, vigilaban a Francisco G., teniente de Policía, miembro de otra unidad élite de la Policía: el Grupo de Operaciones Especiales (GOE). Según el fiscal Vicente Reinoso, existirían indicios para investigar al oficial por la muerte del estudiante Juan Pablo Bolaños, uno de los cinco caídos en Quito durante la revuelta armada del 30 de septiembre del 2010.
El joven de 24 años, estudiante de Economía de la Universidad Central, falleció en medio de una balacera, cuando militares de las Fuerzas Especiales sacaban del Hospital de la Policía al presidente Rafael Correa, quien había permanecido en esa casa de salud cerca de 10 horas, en medio de una insubordinación de policías.
Según la autopsia, el joven recibió dos impactos de bala en la región cervical y la pelvis. Las dos municiones, calibre 223 extraídas del cadáver, fueron presentadas como pruebas por el fiscal Reinoso, durante la audiencia en la cual inculpó a Francisco G. por posible homicidio simple.
El 30-S, Francisco G. era un oficial activo del GOE. La sede de esta dependencia colinda con el hospital policial. Según el fiscal Reinoso, “se llegó a identificar al fusil de asalto AUG-A2, serie número 136779 con las balas signadas como B1 y B2 (extraídas del cadáver de Juan Pablo Bolaños, con cadena de custodia número 555-10). En el cotejo microscópico se hallaron características de identidad en el microestriado, por lo tanto las balas B1 y B2 fueron disparadas por el fusil AUG-A2, con serie número 136779”.
El funcionario resaltó que a través de una copia certificada del servicio de rastrillo del GOE, se determinó que el fusil de serie 136779 estuvo a nombre del teniente Francisco G. la noche del 30 de septiembre del 2010.
Para realizar el cotejamiento de las balas, Reinoso señaló que 560 fusiles de la Policía fueron analizados por Criminalística.
Durante la intervención del fiscal, el teniente se tomaba del rostro. En el fondo de la sala, sus familiares escucharon su intervención. El agente sostuvo que, aquella noche, el GOE intervino para rescatar al Presidente. El operativo, dijo, se desplegó en Emergencias del hospital, por lo que desde ese punto no tenía ángulo para disparar a donde estaba Bolaños.
Su abogado, José Moreno, recordó que su defendido fue condecorado por colaborar en el rescate del Jefe de Estado. Según él, no se cumplió el debido proceso.
Francisco G. fue detenido a las 07:00 del miércoles en Guayaquil, donde realizaba el curso de ascenso a capitán, y llevado por tierra a Quito. Tras la audiencia, el juez Santiago Coba dispuso que el sospechoso fuera liberado y que en lugar de la prisión se presente cada 15 días en el juzgado.