La madrugada del 22 de agosto pasado, el cubano Osberto S. (39 años) fue asesinado de un tiro en la cabeza cuando estaba en el interior de su discoteca, ubicada en las calles Calama y Reina Victoria, en el norte de Quito.Sucedió a la 01:00. Cuando el autor del crimen ingresó a ese sitio y disparó el arma, nadie se percató. Por eso, sus familiares lo encontraron herido unos minutos después del incidente. En ese momento, él aún respiraba y lo llevaron a un centro asistencial.
Tras ser ingresado en la casa de salud, los médicos lo atendieron, pero falleció. Un trauma cráneo encefálico grave, provocado por el impacto de la bala lo mató.
Este es un caso más de extranjeros asesinado en el país. La Dirección Nacional de la Policía Judicial reportó la muerte de 46 foráneos entre lo que va del 2010.
De ellos, 41 perdieron la vida de forma violenta, es decir, por ajustes de cuentas, riñas, venganza, robo, víctima de asalto, presunto sicariato, enfrentamiento con organismos de seguridad, entre otros. Del resto se desconocen las causas (ver cuadro).
La mayoría de casos (18) se ha dado por ajustes de cuentas. Ocho fueron por riñas, cuatro por venganza, cuatro por presunto sicariato, siete por causas no determinadas, dos por robo, una por violencia intrafamiliar, una por enfrentamientos con organismos de seguridad, entre otros.
Alfredo Santillán, experto en temas de seguridad, afirma que las muertes de los extranjeros se diferencian en dos puntos. El primero se vincula con las personas que vienen al país como turistas y pierden la vida de forma violenta en accidentes o asaltos.
“Una muestra de aquello fue lo que sucedió con la vulcanóloga francesa Charlotte Mazoyer, quien fue víctima de un asalto”, añade Santillán.
Pero el segundo sí se relaciona con lo ilegal. “Por ejemplo, actividades vinculadas a la trata de personas, informantes o ajustes de cuentas”, dice.
Otro caso sucedió el 24 de febrero. En la localidad de Tobar Donoso, parroquia del noroccidente de Carchi, José Jurado, de Colombia, y tres ecuatorianos perdieron la vida tras ser baleados. No había huellas de tortura, dijo en esos días a la Fiscalía una de las autoridades de ese sector.
Él relató que hombres armados aparecieron en el río San Juan y encallaron en Tobar Donoso. Los desconocidos entregaron cuatro cadáveres desde una canoa, junto a una nota redactada en computadora. En la misiva, presuntos insurgentes de la columna móvil Daniel Aldana del Comando Occidental de las FARC, acusaban a los fallecidos de pertenecer al grupo paramilitar las Águilas Negras.
De la lista de extranjeros fallecidos en Ecuador, Colombia la encabeza con 37 casos (ver cuadro). Según Jairo Bermúdez, de la Brigada de Homicidios de la Policía Judicial, eso se debe al alto flujo de migrantes de ese país en territorio nacional. Al existir una gran cantidad de extranjeros residentes, existe una mayor probabilidad de que aumente la cantidad de fallecidos de ese país.
Quito es la ciudad donde ocurre un mayor índice de foráneos asesinados (12). Le siguen Guayaquil y San Lorenzo (Esmeraldas) con ocho y cinco, respectivamente. Bermúdez señala que en la capital, La Mariscal es el barrio donde existe una alta presencia de ciudadanos de otros países.
Dice que pocos trabajan en los restaurantes de esa zona o tienen negocios de comidas, pero “la mayoría pasa en la calle”.
Las estadísticas de colombianos muertos en Ecuador, conocidos por la Policía Judicial, no coinciden con las que maneja el Consulado de ese país. Eufrasio Morales, quien preside esa dependencia en Quito, señala que solo han verificado cinco muertes violentas en los dos últimos años. Nueve murieron por accidentes y 23 de forma natural (enfermedades y otras causas).
A su juicio, esas estadísticas no concuerdan con las de las autoridades porque no todas las muertes son registradas. Es decir, son pocos los colombianos que hacen los trámites para repatriar el cadáver o legalizarlo.
María Antonia Masana, cónsul general del Perú en la capital, coincide con Morales, pues la cantidad de muertos que conoció en su dependencia tampoco coincide con las cifras presentadas por la Policía Judicial.
En el 2009 y 2010 hubo 13 decesos. Tres sucedieron de forma violenta. El resto se dio por accidentes o enfermedad.
Masana manifiesta que con los peruanos sucede que vienen de vacaciones o a trabajar y suelen contraer nupcias con ciudadanos ecuatorianos.
Han pasado dos semanas de la muerte Osberto S. Sus familiares y empleados todavía acuden a la discoteca para trabajar. Dicen que no saben lo que sucedió, pero claman por justicia.
La muerte número 48 corresponde a una ciudadana cubana. Ella fue degollada en un barrio ubicado al norte de Quito.