Fucso, un pastor alemán que pertenece al Grupo de Intervención y Rescate de la Policía (GIR), olfateó algunas prendas de María del Carmen Monsalve y comenzó la búsqueda. La mujer está desaparecida desde el 15 abril pasado. Luego su esposo, Jaime Vega, y sus dos hijos aparecieron muertos en su domicilio, en Cuenca.
Fucso, que desde hace cinco años es parte del GIR, iba rápido por los arbustos, pajonal, piedras y camino de pendiente de la zona Dos Chorreras. Detrás iban cinco uniformados y un familiar de Monsalve.
La búsqueda comenzó a las 05:00 con 40 miembros del GIR, que llegaron desde Riobamba, Quito y Cuenca. Esto, luego de que el auto de la mujer fuera hallado en el parqueadero del Jardín del Santuario del Parque Nacional El Cajas, a unos 90 minutos de la capital azuaya.
Según el Jefe del Comando de Policía del Azuay, Rómulo Montalvo, tras el hallazgo del jeep de placas AFV-074 se ordenó a que continuara con un rastreo de la zona. La idea es encontrar alguna evidencia de Monsalve y continuar con la investigación de la muerte de Jaime Vega de la Cuadra y de sus hijos.
Montalvo dijo que el vehículo estaba intacto y que adentro se halló una cartera negra que tenía 17 tarjetas de crédito y documentos personales .
El guardia del Parque Nacional El Cajas, Jorge Prado, dijo que vio el jeep desde el viernes 15. “Creí que era de algún pescador o turistas, que suelen dejar los carros allí”. Uno de sus familiares que caminaba presuroso sobre el empedrado, decía que Monsalve era devota de la Virgen del Cajas, que solía tener la costumbre de orar siempre.
Mientras Fucso, que es uno de los tres únicos perros especializados que existe en el país para buscar a personas por sitios inhóspitos, olfateaba por el pajonal, los uniformados del GIR -que lucían vestimenta especial: botas de caucho, gorras de lana- inspeccionaban también los cerros del Padre Urco y de las Quinoas. Otros agentes inspeccionaban en helicóptero.
A las 12:35, el GPS de los Policías decía que los gendarmes estaban a 3 300 metros de altitud.
El mal tiempo, oscuro y nublado, no permitió que el helicóptero continuara el sobrevuelo, que efectuó durante una hora. Fucso no dejaba de olfatear. Eran las 14:00 y se encontraban a 4 100 metros de altitud.
En ese momento comenzó a llover en la zona y aquello impidió que los policías continuaran la búsqueda de la mujer.