Dos de las seis llantas del autobús de Fabián Peñafiel están lisas. El hombre, de 56 años, trabaja en la Cooperativa de Transportes Urcuquí, en Imbabura.
A diario realiza tres viajes desde Ibarra hasta Iruguincho, en Urcuquí. Su unidad tiene capacidad para 40 pasajeros, aunque no en todos los viajes se llena. “Acabo de ganar USD 7”, cuenta el chofer.Al preguntársele por el estado de los neumáticos de su vehículo, explica que en esta semana comprará nuevos. Dice que la falta de recursos económicos no le permite cambiar de llantas con frecuencia. “Recién se dañó el motor y la reparación me costó USD 6 200. Estoy pagando una mensualidad”.
El carro lo compró hace dos años y es modelo 2001. La unidad es una de las más nuevas de las 24 que pertenecen a esa cooperativa. En cambio, el bus de Martha Galeano es uno de los más antiguos: modelo 1995, pero sus neumáticos están en buen estado. “Lo compré hace cinco años en Quito”, dice la mujer, de 45 años. El próximo año –dice- caducará la matrícula y aprovechará para cambiar. “Espero adquirir un carro del 2000”.
Luis Arévalo también es socio de la Cooperativa Urcuquí. Él se queja del mal estado de las vías. “Hay muchos baches y se dañan las hojas de resorte del carro. Cada hoja cuesta por lo menos USD 46”. Para el cambio de llantas mínimo necesita USD 2 600. “Los repuestos están caros y el pasaje es barato. Desde Ibarra hasta Urcuquí cuesta USD 0,46”.
Peñafiel propone una alternativa para solucionar el problema de las llantas lisas. “El Gobierno debería ponerse un almacén de llantas de calidad y darnos facilidades de pago. Las ganancias ya no alcanzan. Cada 20 días cambio de aceite y gasto USD 110”.
En la terminal de Ibarra, en el costado derecho, se ubican los buses interparroquiales que, a diferencia de los provinciales, son de los más viejos. Junto a las unidades de Urcuquí están aquellas que brindan el servicio a Cahuasquí, Tumbabiro, Pablo Arenas, Azaya, Ajupuela, San Francisco de Tumbabiro y Salinas. Todos estos sectores pertenecen al cantón Urcuquí, Imbabura, y la Cooperativa Buenos Aires es la encargada de transportar a los lugareños.
El modelo de las 12 unidades de la Cooperativa Buenos Aires está entre 1995 y 2002. Luis Quiguango es propietario de la unidad número cinco y asegura que de las cooperativas que trabajan en la terminal de Ibarra, ellos tienen los buses más viejos.
No obstante, manifiesta que paulatinamente “estamos modernizándonos, aunque el dinero no alcanza para comprar un bus nuevo”. Hace dos años, Quiguango adquirió esta unidad en Santo Domingo de los Tsáchilas.
¿En qué condiciones está el parque automotor de Imbabura?
Mario Torres, jefe de Tránsito de Imbabura, afirma que el 30% de los vehículos está en malas condiciones. “Cada año aumenta el número de carros entre 5 000 y 7 000. En Ibarra hay 15 000 vehículos y en la provincia 35 000”.
Torres considera que el 90% de los accidentes de tránsito de la provincia es por imprudencia de los conductores o embriaguez, mas no por fallas mecánicas (llantas lisas, frenos en mal estado u otros). “En este trimestre hemos sancionado a 90 conductores por tener neumáticos lisos”.
En lo que va del año, en la provincia han ocurrido 328 accidentes. De este número 66 han sido ocasionados por vehículos de alquiler (taxis, buses’).
El Jefe de Tránsito aclara que en esa ciudad no circulan buses que han sido dados de baja en otras provincias. “Sí es verdad que compran los buses, pero no porque han salido de circulación”.
Los conductores afirman que buscan comprar unidades más nuevas y que estén en buenas condiciones. “Cada vez que cambio de bus veo que sea por lo menos cinco años más nuevo del que tenía”, precisa Martha Galeano.
Otra situación que causa preocupación es la pérdida de puntos de las licencias de manejo.
Desde que entró en vigencia la nueva Ley de Tránsito, Transporte Terrestre y Seguridad Vial, en agosto del 2008, hasta el mes pasado, 310 conductores perdieron la totalidad de sus puntos. De ellos, 10 son de Ibarra.
Turismo Oriental opera otra vez
En el último enlace radial sabatino, el presidente Correa dijo que el Estado ha tomado todas las medidas para reducir el número de accidentes de tránsito en el país. Una de ellas fue la suspensión de la compañía de transporte Turismo Oriental, que hace ocho días ocasionó un accidente y dejó 38 muertos.
Pero la empresa volvió a trabajar desde la noche del viernes.
El conductor Fernando Reinoso del bus número 24 de esa empresa sentía ansiedad. Él esperaba el documento de la Dirección Provincial de la Cámara de Turismo del Azuay, que le autorice operar.
Estaba preocupado porque no trabajó tres días debido a la medida adoptada por la Dirección Nacional de la Cámara de Transporte. Esta dispuso que, ante el accidente ocurrido el domingo pasado, los 50 buses de la compañía dejen de ofrecer sus servicios hasta que pasen la revisión en CuencaAire.
A las 18:00 del viernes pasado este conductor azuayo recibió la noticia que podía volver a operar. Él fue el primer conductor en cumplir su ruta. Lo hizo a las 20:00 con destino a Macas.
Él espera que en los próximos días, los 28 vehículos restantes cumplan con la revisión.
María Soledad Escandón, gerenta de la Terminal Terrestre de Cuenca, dice que en coordinación con la Policía y el personal municipal hacen cumplir la Ley. Ellos inspeccionan los buses de Turismo Oriental y de otras 37 empresas de transporte.
Mientras Guerrero alista su unidad para salir con destino a Quito. En la oficina de Turismo Oriental revisaban el reporte de que el conductor Reinoso había cumplido su ruta sin ninguna novedad. Redac. Cuenca