Los nuevos patrulleros de la Policía están equipados con sirenas, cubreasientos con forros especiales, balizas, protectores internos de vidrio, jaulas de seguridad (separador de conductor y pasajeros) y GPS.
1 256 unidades de estas características se entregarán este año a los uniformados, según el Ministerio del Interior, en dos modelos KIA: Cerato (auto tipo sedán) y Sportage (todoterreno).
“Esta inversión en patrulleros subsanará efectiva y planificadamente el déficit de vehículos (en la institución uniformada)”, dijo esa Cartera de Estado en un comunicado.
Agentes de cuatro Unidades de Policía Comunitaria (UPC) de Quito consultados por este Diario coinciden en que faltan vehículos para realizar los patrullajes las 24 horas del día.
Eran las 19:00 del jueves pasado en una concurrida calle del Centro Histórico de esta ciudad. Un uniformado se arrima sobre la moto de otro policía y cuenta que, en varias ocasiones, sus compañeros se han llevado el patrullero luego de detener a un sospechoso para trasladarlo a la Unidad de Flagrancias. “Se pierde cobertura y el vehículo del barrio contiguo tiene que recorrer dos vecindarios hasta que el otro se desocupe en sus labores”.
Al ocurrir aquello, los automotores se demoran más tiempo en responder cuando se reportan emergencias por hechos delictivos, lo que provoca quejas de la ciudadanía.
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¿Cuántos patrulleros tiene la Policía actualmente? El Ministerio del Interior refiere que, a escala nacional, hay 4 524 entre automóviles y camionetas. En este año se prevé rematar 328 de estos y 208 todoterrenos.
Precisamente, tres camionetas Chevrolet en desuso se encontraban la mañana del jueves pasado en el patio de un taller mecánico del norte de Quito.
Una perteneció a la Unidad de Vigilancia Los Chillos, otra a la Norte y la tercera no tenía identificación. En una no había el eje de la llanta derecha, a la otra le quitaron los faros delanteros. Las sirenas de dos vehículos estaban rotas…
Allí también había cuatro buses y una Unidad Móvil de Atención Ciudadana (UMAC). Dos mecánicos, que se encargaban de los arreglos de los carros, contaron que las camionetas iban a ser llevadas a otro sitio para ser rematadas.
Según datos de la Fuerza Pública, en este año también se prevé rematar 11 ambulancias, 3 blindados, 12 buses, 7 busetas, 462 motocicletas y 12 camiones, de al menos cinco dependencias de la institución como la Unidad de Medio Ambiente, Antinarcóticos, Dinapen, GIR, GOE, Aeropolicial, entre otras.
Con los nuevos patrulleros policiales se pretende operar, hasta finales de este año, con más de 5 000 a escala nacional.
Una nueva marca
La inversión en nuevos vehículos para la Policía se dio tras la suscripción del Acuerdo Ministerial número 3 130 del 4 de enero del 2013. Allí se declaró en emergencia institucional al Ministerio del Interior y sus dependencias en las áreas de equipamiento técnico y operativo, logístico y tecnológico.
A partir de junio del año pasado se inició el proceso de contratación para adquirir los nuevos patrulleros. Con Aymesa se firmó el convenio el 28 de noviembre y tiene previsto finalizar el 31 de diciembre del 2017. Para cubrir el déficit de vehículos, el Ministerio del Interior adquirirá 4 157 en los próximos cuatro años.
Hasta el año pasado, la Policía compró camionetas Chevrolet para usarlas como patrulleros.
¿Por qué hubo cambio de marca? Javier Córdova, viceministro del Interior, explicó que la causa principal es que las camionetas anteriores “no tienen las condiciones adecuadas” para ser patrulleros y eran adaptadas para esa actividad.
Además, la concesionaria que fabrica los automotores KIA presentó las características y elementos que requieren los autos policiales para funcionar como los separadores entre conductor y pasajeros.
Otra característica que se evaluó en este cambio -según Córdova- es que los nuevos vehículos tienen servicio de mantenimiento directo con la concesionaria. Es decir, la empresa que vende los automotores se encargará de revisarlos.
Actualmente, los patrulleros se arreglan en diferentes mecánicas, tanto de concesionarias como particulares.
El propietario de un taller independiente, que funciona en el norte de Quito, señala que mensualmente revisa más de 50 patrulleros de las UPC de Quito y de parroquias de Pichincha.
Él explica que el desgaste de las piezas de los vehículos está en función de la zona en donde opera. Por ejemplo -cuenta- en una camioneta que trabaja en el Centro Histórico, el disco de embrague es la parte más afectada por las subidas. “Los patrulleros que pertenecen a sitios subtropicales como Mindo sufren de corrosión en las piezas internas y externas”.
En el recorrido realizado por este Diario se constató que en la Policía Nacional hay patrulleros del 2005 que trabajan las 24 horas del día. Los agentes del Centro Histórico que manejan uno de ese año cuentan que no le funcionan las plumas y le falla la caja de cambios. Ante esa situación, solo esperan que pronto les entreguen un KIA Sportage para trabajar…
En contexto.
En este año se prevé rematar 328 camionetas y automóviles y 208 todoterrenos que no se encuentran en buenas condiciones. La institución comienza a recibir los nuevos vehículos marca KIA, que fueron adquiridos con una inversión de USD 184,1 millones.
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