Florentino Alcívar es uno de los choferes que conducen las 50 unidades de la empresa de transporte Turismo Oriental. Ayer se levantó a las 07:00. Su propósito fue llevar temprano su automotor para cumplir con la revisión. Este control se inició en el local de Cuencaire, ubicado en el sector de Mayancela, en el norte de la urbe. Se revisan las unidades de la cooperativa, tras una exigencia de la Comisión Nacional de Tránsito, por el accidente ocurrido el domingo en las inmediaciones de la laguna de Yambo.Alcívar estaba atento cuando los técnicos de Cuencaire inspeccionaban la carrocería, los neumáticos, motor… del bus. A él le preocupa saber cuándo volverá a trabajar en el bus, porque debe mantener a su familia. Sus cinco hijos iniciarán clases el próximo lunes y tiene que comprar las listas de útiles. Su bus pasó el control sin problemas. Según este chofer manabita, que realiza un viaje al día, la paralización de la empresa le genera pérdidas. “Somos padres de familia que necesitamos llevar el sustento a nuestros hogares”.Turismo Oriental opera desde hace 40 años y realiza viajes a Quito, Morona Santiago y Guayaquil. En total son 40 frecuencias al día. Para Fernando Reinoso, uno de sus directivos, esta situación perjudica a 600 personas en sus diferentes oficinas en el país, en transportación y encomiendas.Reinoso tiene bajo su responsabilidad a sus cuatro hijos, su esposa y su madre. Es evidente su desesperación. Él quiere que la empresa salga pronto de esta situación y que su imagen no sea afectada en el futuro.Otro de los choferes que hizo la revisión de su unidad fue Mario Morales. A las 09:00 acudió a la inspección, pero tuvo que regresar por una segunda vez porque su automotor tenía problemas en los amortiguadores. Al mediodía volvió y cumplió con las exigencias de Cuencaire.Él espera que el proceso de chequeo de las unidades de transporte de sus compañeros pasen el control lo más pronto para retomar sus labores, caso contrario, “tendré que pedir dinero para los gastos de alimentación y uniformes de mis tres hijos”.Milton Guerrero también desea retomar su trabajo lo más pronto posible. A más de los gastos en la familia, dijo que sus compañeros están endeudados en los vehículos y no pueden retrasarse en los pagos al banco. Él compró su unidad hace seis años y ya canceló. Según él, sus compañeros adquirieron buses nuevos en USD 250 000 y aún están endeudados.Hasta el cierre de esta edición, 19 buses pasaron el control en Cuencaire. Turismo Oriental tiene 50 unidades. Florentino Alcívar estuvo contento porque su unidad no tuvo ningún tipo de observación en los controles realizados.Ayer, el Hospital Metropolitano informó que la pequeña de cuatro meses, que sobrevivió al accidente del domingo pasado, presenta un progreso favorable en su salud. “Ya no tiene convulsiones y respira por sí misma sin apoyo de ventilación mecánica. Permanece en terapia intensiva de neonatología, en constante monitoreo”.Su madre, María Tenesaca, todavía permanece en el Hospital de Latacunga, fuera de peligro. Ella protegió a la niña en el transcurso de la caída del bus por una pendiente de 100 metros.