La ceremonia se desarrolló en el estadio del Aucas, en el sur de Quito. Allí se graduaron ayer 1 155 nuevos policías que serán distribuidos a escala nacional.
El ministro del Interior, José Serrano, y la alta cúpula policial incorporaron a los agentes.
Durante un año, los aspirantes se capacitaron en materias denominadas Doctrina y Formación Policial, Fundamentos Legales.
Además, Técnicas Policiales, Comunicación e Interacción con el entorno, Derechos Humanos aplicados a la función policial, Mediación de Conflictos y Defensa Personal para el trabajo de campo.
Alrededor de las 10:30, los graduados realizaron un juramento colectivo para “servir a la Patria”.
Dos minutos después, el comandante de Policía, general Rodrigo Suárez, les confirió el cargo.
“Mi anhelo es contar con 57 000 para el 2017”, señaló al alto oficial de la Policía Nacional.
Según las autoridades, durante este año se incorporaron 4 000 uniformados, y se mejoró la infraestructuras en donde operan.
“En nuestro Gobierno, los policías tienen su dotación completa tras graduarse. Esta se basa en un chaleco antibalas, pistola, y radio. Asimismo, recibirán su dotación personal. Esto les permitirá realizar su trabajo”, dijo Serrano.
Sin embargo, estadísticas del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana (OMSC) señalan que los robos a viviendas se incrementaron en Quito.
En los 10 primeros meses del 2011 hubo 2 139 denuncias; en el mismo período del presente año, fueron 3 233. Esto ocurre siete meses después del operativo Avalancha. En este, dos mafias familiares que presuntamente se dedicaban al robo de casas fueron desarticuladas. Los uniformados dijeron que tras esa operación, el número de atracos a domicilios disminuyó en Quito.
No obstante, en un informe de Inteligencia al que este Diario tuvo acceso se hace una revelación. “La labor investigativa ha desarticulado bandas criminales dedicadas al robo de domicilios, pero las mismas se han reorganizado”, y ocupan nuevos territorios.