Desde hace 10 años mi madre, mi hermana y yo vivimos en una casa arrendada, en Riobamba. Pagamos USD 300 mensuales y se nos hace difícil reunir esa cantidad de dinero.
Una hermana de padre se apropió de una parte de la herencia que nos correspondía. Todo esto en complicidad con los jueces y los abogados. Tenemos la escritura de 1978 que está inscrita en el Registro de la Propiedad.
Este documento nos garantiza como dueñas legítimas de ese bien ubicado en el centro de la ciudad. Pedimos justicia debido a que los jueces no tomaron en cuenta la documentación.
Uno de los magistrados de la Función Judicial de Chimborazo con una escritura falsa, que fue elaborada en Penipe y que está rescindida, dio una sentencia a favor de este familiar. Eso ocurrió en el 2001. La propiedad a la que tenemos derecho es de 64 m2, pero nos quieren dejar sin nada.
Allí se ve que los administradores de justicia no hacen justicia. Hasta el momento nos preguntamos: ¿Por qué se tomó en cuenta a la escritura falsa elaborada en Penipe, si esta no tiene ninguna validez y tampoco está inscrita en el Registro de la Propiedad?
Por eso es mi indignación y el reclamo para exigir justicia con base en los documentos que tenemos. Además, se alteraron los planos de la propiedad y tumbaron la casita donde vivíamos. Ahora construyeron un edificio, usando el área que nos corresponde. Mi madre tiene 83 años y nadie hace nada para ayudarnos.
Apelé a la Corte Provincial de Justicia. La causa recayó en una de las salas de lo Penal y allí confirmaron el fallo. En el 2004 comencé otro juicio reivindicatorio y de reconvención. Este recayó en el Segundo de lo Civil, con testigos, pruebas , no se dio paso.