La seguridad se refuerza por las fiestas de fin de año

Los policías realizan operativos de control en los alrededores de entidades financieras en el norte de Quito. Foto: EL COMERCIO

Los policías realizan operativos de control en los alrededores de entidades financieras en el norte de Quito. Foto: EL COMERCIO

Los policías realizan operativos de control en los alrededores de entidades financieras en el norte de Quito. Foto: EL COMERCIO

Por el feriado de fin de año, los policías incrementaron la vigilancia y los operativos para prevenir los robos. En el caso de Quito, la orden es que los equipos realicen por lo menos 10 operativos diarios (en días normales se hacen cuatro).

Los agentes deben priorizar los lugares de mayor afluencia, como eventos artísticos, sitios de exposición de monigotes, centros comerciales, bancos, sitios turísticos, bares, discotecas y terminales terrestres.

Las investigaciones muestran que en estas horas las bandas suelen operan en grupos, para atacar a personas que asisten a eventos masivos.

Lo que más se sustraen son teléfonos celulares de alta gama, dinero, billeteras, carteras.

El Distrito Eugenio Espejo (norte de Quito) es el sector de la ciudad con mayor cantidad de bares y otros centros de diversión. Entre el 1 y el 20 de este mes, en esa zona se han registrado 143 robos de personas.

Por este tipo de hechos, la Policía lanzó una campaña a través de redes sociales donde postean recomendaciones de seguridad para los ciudadanos.
Ayer, por ejemplo, se publicó este mensaje: “No vaya distraído por la calle, pueden robarle sin que se dé cuenta”.

Otra recomendación es acudir a los eventos en grupos. Eso reduce el nivel de riesgo.

Además no descuidar sus pertenencias y no exhibir los equipos tecnológicos.
Personal de la Subdirección de Investigaciones de Delitos contra el Derecho a la Propiedad han identificado la estructura con la que operan las bandas. Uno identifica a la víctima, se fija si tiene o no teléfonos de alta gama, mira en dónde se guarda la billetera, si tiene dinero y si está acompañado.

Esa información es entregada a otro miembro de la organización delictiva, quien se acerca a la víctima y le distrae.

En ese momento, un tercero le sustrae los objetos de valor y se aleja rápidamente.

Otro integrante del grupo aguarda en un auto o una moto y huye con las pertenencias.

A Carolina le ocurrió algo parecido hace 12 días. La joven, de 19 años, almorzaba con su padre en un centro comercial del norte de Quito. En un momento, ella se fue al baño y le encargó su celular a su padre.

Él lo dejó sobre la mesa hasta que se le acercó una mujer con un catálogo de ropa y le preguntó si le interesaba comprar.

Mientras veían la revista, otro se acercó, cogió el teléfono y huyó. Después, la mujer también se levantó y se fue.

Luego de darse cuenta que el celular no estaba, el padre pidió ayuda a los guardias y en las cámaras de videovigilancia pudieron observar cómo los dos sospechosos abandonaban el centro comercial.

Hay otros casos en que las víctimas son amenazadas o intimidadas con cuchillos o pistolas. Así les obligan a entregar sus pertenencias.

Según agentes, eso ocurre generalmente a las salidas de los eventos. Por eso recomiendan no transitar por calles que tengan poca iluminación y evitar caminar solos en la noche.

El pasado viernes, la Policía conoció el caso de Martha y su amiga. Las jóvenes, de 21 años, fueron víctimas de un robo.

Ellas asistieron a un concierto de música que se realizó en Quitumbe, en el sur de Quito.

A la medianoche, cuando salían del lugar fueron emboscadas por cinco desconocidos.

Uno de ellos les exigió que le entregaran sus celulares.

Las chicas se rehusaron y empujaron al sospechoso, pero el hombre golpeó a ambas y les quitó los teléfonos.

Un grupo de taxistas que se encontraban en el lugar las ayudó, pero los cinco sospechosos se fueron. Actualmente el caso se encuentra en investigación en la Fiscalía

La Policía recomienda además a quienes asistan a bares y discotecas, no aceptar bebidas de extraños para evitar los robos con escopolamina.

En cambio, para aquellos que acudan a las terminales terrestres se sugiere no descuiden sus equipajes.

De hecho en estos sitios también operan grupos delictivos que se sustraen las maletas sin que los propietarios se percaten. Esta figura se denomina hurto. El Código Penal (art 196) dice que quienes cometan esta ilegalidad serán sancionados con cárcel de seis meses a dos años. Pero si el delito se comete sobre bienes públicos se impondrá el máximo de la pena, aumentada en un tercio.

Los robos además pueden darse al interior de los buses. Por eso, la Policía recomienda identificar bien las maletas y otras pertenencias que son trasladadas en estos días.

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