La Policía Nacional localizó al ciudadano y fue aprehendido para iniciar un proceso penal. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Todo ocurrió el 30 de agosto del 2019. El escenario fue Chillanes, un cantón de la provincia de Bolívar. Ese día, un hombre secuestró a su expareja en un patrullero de la Policía Nacional.
Los hechos comenzaron cuando la mujer, acompañada de la Policía, se dirigió a buscar a su expareja para entregar una notificación por el no pago de una pensión alimenticia.
Según la Fiscalía, cuando llegaron a la casa del ciudadano, los agentes se bajaron de la patrulla para hacerle llegar el documento.
Sin embargo, no se percataron de que el hoy procesado había observado el vehículo policial y al notar que en su interior no estaban los agentes, sino solo su expareja, habría ingresado, arrancado el vehículo y llevado con amenazas de muerte.
Según las primeras indagaciones, el procesado habría intentado conducir la patrulla hacia el barranco, pero al verse perseguido se dio a la fuga, dejando a la mujer en el vehículo.
Más tarde, la Policía Nacional localizó al ciudadano y fue aprehendido para iniciar un proceso penal.
En la audiencia de calificación de flagrancia y formulación de cargos, el fiscal de Chillanes, Segundo Guzmán, presentó elementos de convicción que permitieron iniciar el proceso.
Allí aparecen el parte policial, el reconocimiento del lugar de los hechos, versiones de los agentes y de la víctima, el informe pericial del vehículo policial, entre otros.
Este 12 de septiembre, el Juez de la Unidad Multicompetente del cantón Chillanes, acogiendo los indicios presentados por Fiscalía –y al no contar con arraigos suficientes– dictó prisión preventiva en contra del sospechoso, quien es señalado como presunto responsable del delito de secuestro.
El delito de secuestro está tipificado en el artículo 161 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Es sancionado con cárcel de 5 a 7 años.