Redacción Elcomercio.com
Colombia ha sido víctima de un conflicto armado que lleva decenas de años. Muchas personas han decidido abandonar su país y pasar a ser refugiados en países como Ecuador por causa del temor que ha generado la guerrilla, el paramilitarismo y el narcotráfico.
Uno de los problemas sociales más graves que se ha generado en Colombia es el secuestro.
Este método ha sido usado por narcotraficantes, guerrilleros, paramilitares y por delincuentes comunes.
Según la organización País Libre, en Colombia existen 2 tipos de personas secuestradas. Los rehenes políticos y los secuestrados con fines extorsivos.
Las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) empezaron a usar el secuestro como una de sus herramientas más efectivas desde los años 90, según País Libre.
El secuestro fue usado por las FARC para recaudar fondos o para forzar al Gobierno colombiano a realizar un acuerdo humanitario entre los secuestrados y los guerrilleros presos, según el ex presidente de Colombia Andrés Pastrana (1998- 2002).
Y como una verdadera industria lo han definido los economistas e intelectuales a la hora de conceptualizar un drama que afecta a ricos y a pobres.
Luego de una gran escalada en el número de rehenes de las FARC desde 1998, el presidente de ese entonces Andrés Pastrana junto con una comisión de paz decidió iniciar las conversaciones con la guerrilla.
Para los diálogos con las FARC se desmilitarizó una zona de 42 139 kilómetros y el punto de encuentro fue San Vicente de El Caguán.
Los diálogos terminaron cuando las FARC secuestraron el avión donde viajaba el senador colombiano Jorge Gechen, según el presidente Andrés Pastrana, esto superó cualquier tipo de ofensiva del grupo guerrillero, ya que según dijo “las FARC cometieron un delito castigado internacionalmente”.
En el vecino país los secuestros se volvieron algo cotidiano desde 1996. Los militares y policías fueron parte de los primeros grupos que secuestraban las FARC, desde el año 2000 los personajes políticos se convirtieron en el blanco del secuestro. Sin embargo, además de rehenes políticos y militares existen decenas de civiles que están en cautiverio.
Según el Fondo Nacional para la Defensa de la Libertad Personal y la Policía Nacional de Colombia (Fondelibertad) en 2008 hubo 437 secuestros, de los cuales 198 fueron económicos y aún se desconoce cuántas personas recuperaron su libertad. Según esta organización hasta el 2008, 713 personas continuaban secuestradas.
Para el representante de las Naciones Unidas en Colombia, Cristian Salazar, el número de personas secuestradas en Colombia (por parte de todos los grupos irregulares) asciende a 2 800, según publicó diario el Tiempo de Bogotá.
En un comunicado de las FARC enviado recientemente a la organización colombianos y colombianas por la paz, liderada por la senadora Piedad Córdova, señalaron que tiene en su poder a 9 secuestrados extorsivos y 28 dentro de la lista para el canje humanitario.
Mientras que el Gobierno colombiano indicó que las Fuerzas Armas Revolucionarias de Colombia tienen en su poder a 100 cautivos. La fundación País Libre señaló que el número de secuestrados supera los 300.
Para el experto en temas de guerrillas, Carlos Lozano, es difícil establecer un número exacto de cautivos que permanecen en manos de las FARC, ya que no existen datos específicos ni del Gobierno ni de organizaciones que luchan contra el secuestro.
Dentro de la política de Seguridad Democrática del actual presidente Álvaro Uribe combatir el secuestro fue uno de sus retos más importantes. Las cifras de diferentes organizaciones señalan que el flagelo es uno los índices delictivos que más ha decaído en los seis años de este Gobierno.
La Fundación País Libre señaló que entre 1996 y diciembre del 2007, en Colombia fueron secuestradas 23 666 personas. Un 64% correspondiente al secuestro extorsivo, mientras que el 36% correspondería a fines políticos o de intercambio humanitario.
El grupo que más gente ha secuestrado en Colombia son las FARC, con el 29% del total de cautivos. Siendo una de los negocios más rentables para la guerrilla.
Según Fondelibertad, es complejo establecer montos exactos de esta economía ilegal que ha beneficiado a los grupos armados y a la delincuencia común. “Esto, porque las Leyes colombianas prohíben el pago de rescates”, indicó a EL COMERCIO Carolina Eslava, portavoz de la entidad.
Pero en un estudio que hizo el Departamento Nacional de Planeación entre 1996 y el 2003, por encargo del Estado, se concluyó que por concepto de rescates, en el caso de los secuestros extorsivos, los rehenes pagaron USD 56,5 millones. El 43,9% de esta cifra fue para las FARC.
Precisamente, estudios realizados por País Libre y corroborados por la fundación Seguridad y Democracia estiman que la tasa de secuestros ha disminuido durante los últimos seis años, correspondientes al gobierno de Uribe.
El informe de este último organismo señala que si en el 2002 hubo 2 285 secuestros registrados. En el 2006, esa cifra fue de 687. “De igual forma, se redujo el tiempo de cautiverio de un secuestrado, pasó de 417 días en promedio durante el 2002, a 190 días en el 2006”. Los secuestros extorsivos se han reducido, según la fundación citada, en un 83%.