El sector de la construcción fue uno de los más afectados por la crisis generada por la caída del precio del petróleo en el Ecuador. También figuran las áreas de servicios, industrias y comercio. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Cuatro sectores presentaron cifras negativas en la demanda laboral en el último trimestre del 2015. Así lo revela el último estudio de opinión empresarial del Banco Central del Ecuador (BCE).
El documento, con datos a noviembre y una proyección a diciembre, recoge información de 983 empresas de las áreas de industrias, servicios, construcción y comercio. Como parte del estudio se preguntó a los representantes de las empresas si la nómina aumentó, se mantuvo o bajó ese mes y cuál es su proyección para el siguiente mes.
Históricamente, el último trimestre del año registra mejores cifras de empleo debido a la dinamización de la economía. Las cifras del BCE muestran que hasta 2013 la demanda de empleo crecía en esa época en la mayoría de áreas. Para el 2014 las cifras comenzaron a variar y el año pasado la baja de la demanda laboral fue para todas las áreas, producto de una desaceleración económica.
Para el lunes 18 de enero del 2016, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) tiene previsto presentar las cifras de empleo del cuarto trimestre, sin embargo, los datos de los empresarios adelantan la realidad laboral con que cerró el 2015.
José Hidalgo, director de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), comenta que el sector de comercio fue una de las áreas más afectadas. Hasta el 2014 este era el único sector en el que la demanda laboral de noviembre y diciembre crecía, pero en el 2015 no sucedió.
Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), asegura que esto es producto de la relantización de la economía. “Hubo menos actividad. El sector comercial no ha crecido (…) la temporada navideña no reactivó a los negocios”, dijo.
Los importadores, los comercializadores de autos y los negocios que ofrecen bienes en general fueron los más golpeados. No logran acceder a créditos, no pueden cobrar deudas, las ventas no repuntan y, por eso, dijo el directivo, hacen ajustes en el área laboral.
La construcción es otro de los sectores afectados y con menos demanda de personal. Henry Yandún, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción, indicó que no solo han dejado de contratar sino que han despedido gente. “Un estudio de Deloitte determina un desenrolamiento del 28% el año pasado y nosotros encuestamos a 100 firmas y calculamos que la salida de personal es de 38% para profesionales y 50% para obreros”.
Para el empresario, el último trimestre del año fue el más complicado debido a que se redujo el gasto para obras públicas, hubo menos proyectos y hay contratistas impagos. En el sector privado también bajó el número de proyectos. “El uso de materiales de construcción también cayó”.