Comerciantes minoristas y mayoristas se reunieron en la Cámara de Comercio de Manta. Foto: Francisco Flores / EL COMERCIO
Con un edificio derrumbado y otro afectado, los Supermercados Velboni de Manabí sufrieron una pérdida de alrededor de USD 4 millones tras el terremoto que devastó poblaciones de esa provincia y de Esmeraldas, el pasado 16 de abril. Esto según sus representantes.
El supermercado principal, ubicado en la parroquia Tarqui, pulmón comercial de Manta, colapsó como cientos de edificaciones en la zona, que se encuentra cercada y militarizada con prohibición de acceso para los civiles.
“Fuimos saqueados durante una hora la noche del terremoto. Recién hoy han permitido que saquemos lo que queda en nuestras bodegas y recuperar lo que se pueda salvar”, indicó este martes Ángel Vélez Menéndez, propietario de la cadena de supermercados, quien dijo que la reactivación comercial requiere una gran inyección de liquidez al sector.
Vélez fue uno de una veintena de comerciantes mayoristas que se reunieron la mañana de hoy martes 26 de abril de 2016 en la Cámara de Comercio de Manta para establecer una agenda de evacuación de las mercaderías, que el Comité de Operación de Emergencias (COE Cantonal) autoriza siempre que las edificaciones no se encuentren en alto riesgo. Más tarde estaba prevista una reunión también con minoristas.
El presidente de los supermercados Velboni, con 25 de años de historia en Manabí y con 150 empleados, considera que el diferido de tres meses en el cobro de los créditos ofrecidos por la banda privada son insuficientes para los comerciantes de Tarqui, y apeló a la sensibilidad del gobierno para flexibilizar más las condiciones de las deudas.
“Los comerciantes tanto mayoristas como minoristas han perdido absolutamente todo y tienen que empezar de cero. Gran parte de lo que tenían, que era su mercadería o su edificio, ya no existe”, señaló Lucía Fernández, presidenta de la Federación de Cámaras de Comercio de Manabí, quien confía en que se evaluará la extensión de la moratoria para el pago de deudas.
El valor de las perdidas del sector comercial bordea los USD 1 000 millones entre edificaciones y mercadería, según la Federación de Cámaras de Comercio de Manabí, que agrupa a 32 cámaras de la provincia.
La Cámara de Comercio de Portoviejo solicitó también, además de la extensión del plazo de gracia para pago de deuda, la creación de una línea de crédito con condiciones blandas y un componente no reembolsable para emprendedores, comerciantes y empresarios afectados por el terremoto.
Entre otros puntos solicita crear un marco laboral especial y temporal para flexibilizar la contratación y la remuneración de los trabajadores, además de la exoneración por 5 años del Impuesto a la Renta a los negocios y empresas nuevas y a las que van a ser reiniciadas en Manabí.
Según Alba González, presidenta de la Cámara de Comercio de Portoviejo, otra de las alternativas es declarar a la provincia como una Zona Especial de Desarrollo Económico, con todos los incentivos tributarios para atraer la inversión nacional y extranjera.
La Corporación Financiera Nacional (CFN), que refinanció 807 créditos para inversiones en las dos provincias afectadas, abrió una nueva línea de crédito con USD 25 millones de dólares, pero para sectores como la pesca, el turismo, la agroindustria y alimentos.
El monto mínimo de financiamiento es de USD 20 000 para clientes de CFN y de USD 50 000 para clientes nuevos, informó María Soledad Barrera, presidenta del Directorio de la CFN, que inauguró este martes una nueva sucursal en Manta, en la que dialogaron con clientes afectados.
La CFN, banca pública, concedió un período de moratoria de seis meses para el pago de interés y capital de sus clientes en la zona afectada por el terremoto. Los 807 créditos refinanciados, cuyo monto asciende a USD 147 millones, se beneficiarán también de un reajuste a la baja en sus tasas crediticias al 7,5% de interés anual.