La Secretaría de la Unasur sigue acéfala

La Cancillería ecuatoriana celebró una mesa de diálogo, en Quito, sobre la integración regional. Ahí los invitados analizaron la situación de Unasur. Foto: Pavel Calahorrano/EL COMERCIO

La Cancillería ecuatoriana celebró una mesa de diálogo, en Quito, sobre la integración regional. Ahí los invitados analizaron la situación de Unasur. Foto: Pavel Calahorrano/EL COMERCIO

La Cancillería ecuatoriana celebró una mesa de diálogo, en Quito, sobre la integración regional. Ahí los invitados analizaron la situación de Unasur. Foto: Pavel Calahorrano/EL COMERCIO

La Secretaría General de la Unasur cumplirá, este lunes 31 de julio de 2017, seis meses de inactividad. 14 puestos están vacantes. Entre esos el de Secretario General. En Quito, en condiciones normales, el organismo debería operar con 54 funcionarios.

Por ahora no se puede contratar ni despedir personal sin la aprobación previa del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores (CMRE).

El pago de sueldos, sin embargo, continúa para quienes mantienen contratos o nombramientos con la institución. Por lo tanto, el funcionamiento administrativo sigue su rumbo. Dicho Consejo aprobó, en noviembre el presupuesto para este año, que asciende a USD 10 864 227. Los rubros más altos, para servicios centrales, son el gasto de personal, USD 3 545 297, y los servicios generales, USD 2 841 703.

La designación del nuevo Secretario está pendiente desde el 1 de febrero, tras la salida del expresidente colombiano Ernesto Samper, quien estuvo en el cargo dos años y cinco meses extra. Pero no hay una solución cercana.

El Secretario es el representante legal del organismo, no solicita ni recibe instrucciones de ningún gobierno o entidad. Además, conduce políticamente a la Unasur, y hace propuestas y recomendaciones a los países.

Precisamente ayer, 24 de julio, la Cancillería ecuatoriana realizó la tercera mesa de diálogo para la creación de la agenda de Política Exterior. El tema central fue la integración regional.

En el evento participaron Diego Ribadeneira, director de Integración Regional, y Emilio Izquierdo, coordinador de Unasur y exmiembro del Consejo de Delegados. Ambos son funcionarios del Ministerio.

Ribadeneira aceptó que hay preocupación en el Gobierno por ese tema y que el país “aspira a jugar un papel importante” en la solución del problema de Unasur, con una visión pragmática y no política.

La Unasur, en su Tratado Constitutivo, establece que todas las decisiones de los consejos de jefes de Estado, de cancilleres y de delegados, deberán tomarse con la unanimidad de los 12 países miembros.

“Estamos buscando eso” -dice Ribadeneira- que los países entiendan que se trata de encontrar un candidato que impulse la integración, “no que represente a una tendencia”.

Ahora, por las distancias políticas entre los gobiernos del bloque y la crisis en Venezuela, esto ha resultado inalcanzable.

Por ejemplo, la propuesta de que Samper sea reelegido fue rechazada por Paraguay, Perú y Argentina. Solo se aceptó que se quedara cinco meses más, hasta el 31 de enero. Entonces el CMRE se impuso el plazo de un mes para resolver quien ocuparía la vacante.

La propuesta de Argentina, que ocupa la Presidencia Pro Témpore, de que José Bordón sea el secretario tampoco tuvo consenso. La oposición viene especialmente de Venezuela.

Para Izquierdo, el camino es claro: afrontar mediante el diálogo político y la reflexión el tratamiento de las dificultades, la falta de consensos y el debilitamiento. “Los organismos internacionales son lo que sus miembros quieren que sean”.

Preocupa la falta de decisión en la designación, agrega, y esto podría ser “un símbolo de la carencia de consenso y de cierto congelamiento en algunas de sus instancias”.

El ahora el encargado de la Secretaría de la Unasur en Quito es Yuri Chillán, quien fue jefe de Gabinete de Samper. Así lo decidió el Consejo de Cancilleres, el 23 de marzo, tras 50 días sin secretario.

Pero, según su mismo Reglamento General, el encargado, ante la ausencia temporal de su titular, debe ser el director de mayor antigüedad, es decir, el de Asuntos Sociales, el argentino Mariano Nascone.

La resolución No.002/2017 establece que Chillán será el “ordenador primario de gastos y ordenador de pagos”, con el respaldo de la jefa de Administración, Dolly Arias, ambos designados por Samper. Deben presentar al Consejo un informe mensual de gastos y pagos.

Esa es la única atribución que tiene el Jefe de Gabinete. Ya que la conducción política de la Secretaría es “potestad exclusiva” del CMRE. Chillán cuenta con la seguridad y autos que utilizaba Samper.

La semana pasada estuvo como invitado por la Unasur en la entrega del informe de la Misión de Observación al Consejo Nacional Electoral.

Igualmente, el 7 de abril Chillán participó en la cita del Cuerpo Diplomático con el presidente Lenín Moreno.

El Jefe de Gabinete percibe un salario mensual de USD
8 000 que, más beneficios sumará este año un total de
130 556. Le siguen en la escala salarial los cinco directores, cada uno percibirá USD 126 368. Esto pese a que la Secretaría funciona solo administrativamente ante la ausencia de un titular.

Según la misma resolución del CMRE, incluso los viajes de todos los funcionarios de la Secretaría, aunque sea por convocatoria de la Presidencia Pro Témpore, deben ser autorizados por el Consejo, es decir por unanimidad.

Esto también ha contribuido a que los directores no puedan cumplir con sus labores a cabalidad. Incluso estas decisiones administrativas evidencian la ausencia de consenso político entre los Estados, ya que en ciertos casos no se han aprobado las movilizaciones.

Este Diario solicitó una entrevista con el Jefe de Gabinete, el 18 de julio; sin embargo, hasta el cierre de la edición no se concretó. La Dirección de Comunicación de la entidad informó que se requiere autorización de la Presidencia Pro Témpore para hacerlo y que no había una respuesta.

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