Brasilia. ANSA
El presidente del Senado, el ex mandatario José Sarney, logró vencer la primera parte de su batalla política contra la oposición, que reclama su salida del cargo por acusaciones de corrupción administrativa.
Principal aliado parlamentario del presidente Lula da Silva, Sarney logró que su fuerza, el Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña, neutralizara cuatro denuncias que podrían haberlo llevado a un proceso de destitución.
Todavía restan 11 denuncias contra el ex Presidente, que gobernó Brasil entre 1985 y 1990, la llamada transición tras la dictadura militar.
El Consejo de Ética del Senado determinó el archivo de cuatro denuncias contra Sarney, porque estuvieron basadas en informaciones periodísticas y no en procesos con pruebas presentadas ante las autoridades judiciales y policiales.
Entre las acusaciones desestimadas ayer por el comité figuran la designación en forma secreta de amigos y parientes como funcionarios del Congreso y otras que apuntaba a un nieto como ganador de una licitación para otorgar créditos a los empleados públicos en Brasilia.
Sarney rechaza las acusaciones y negó tener intenciones de alejarse del cargo, como reclama la oposición, a la que imputa intenciones “desestabilizadoras”. Las acusaciones rechazadas por el Consejo habían sido presentadas por tres partidos.