Almacenes Mendieta, en Quito, es vitrina de artículos de peluquería ecuatorianos. Foto: Paúl Rivas/ EL COMERCIO
Empresas nacionales de cosméticos y de productos de limpieza creen que la aplicación de salvaguardias puede ser una oportunidad para producir más o colocar en el mercado nuevos ítems.
Para fines de esta semana, según el Gobierno, se tiene prevista la publicación de la salvaguardia por balanza de pagos. Esta medida busca proteger a la economía de los efectos de la caída del precio del petróleo y la apreciación del dólar.
En Laboratorios Gil, que fabrica cosméticos de la marca Orquídea, se espera que la medida impulse su negocio, tal como sucedió tras las salvaguardias del 2009.
Su propietario, Juan Fernando Gil, señaló que durante los primeros años de Gobierno, por ejemplo, la producción no llegaba ni a los 15 kilos mensuales de champú. Ahora es de cinco a seis toneladas mensuales. “Desde que se inició la restricción de cosméticos hubo oportunidad para incorporar nuestros productos en el mercado ”.
Esta empresa, nacida en Cuenca en los años ochenta y relanzada en el 2004, se dedica a la fabricación de champú, acondicionador, crema oxigenada, líquidos para hacer permanentes, etc.
Con la próxima aplicación de la salvaguardia, Gil considera que pueden crecer, conforme se mueva el mercado. Van a poner atención en qué productos reducen su importación para fabricarlos. En las próximas dos semanas comenzarán a producir un tipo de gel fuerte similar al extranjero Moco de Gorila.
La demanda de los productos de esta marca está creciendo, tras las medidas restrictivas del año pasado y de inicios de este, según Daniel Mendieta, dueño de Almacenes Mendieta, negocio que vende cosméticos y artículos de peluquería en Quito.
“En esta situación de escasez de ciertos productos importados, ellos -Laboratorios Gil- han demostrado calidad”. En la línea de químicos nacionales, por ejemplo, antes ocupaban el 10% de las ventas y ahora el 50%.
Otra empresa local que destaca es Mollie, que provee a Almacenes Mendieta de esmaltes y otros artículos de línea capilar y de manos. “Representan el 30% de las ventas y antes era menos”, indicó el propietario del local.
Laboratorios Mollie también tuvo un desarrollo impulsado por el proceso de sustitución de importaciones desde el 2010. Desarrolla esmaltes, removedores de cutículas, disolventes, entre otros: en total 23. Cuenta con 2 000 clientes y en los últimos años sus artículos tienen más demanda en peluquerías.
Danilo Castro, propietario de la firma, reconoce que las medidas para frenar las importaciones, junto a sus estrategias de marketing, le han permitido crecer. No descarta que en esta coyuntura se consolide en el mercado y genere nuevos productos que se vayan desarrollando en sus laboratorios, con el aporte de asesores comerciales en materia de químicos.
Otro caso es de la productora de esmaltes Butterfly, que nació en el 2009 como parte del proceso de sustitución de importaciones. Álex Manrique, su propietario, era un importador, pero dio un giro. Las cifras muestran su crecimiento: al inicio fabricaba 250 000 esmaltes al año y hoy son 1,2 millones.
Ahora prevé lanzar al mercado un quitaesmalte. Dice que
aprovechará la infraestructura que ha montado. Este empresario cree que es una oportunidad para crecer un 20% más, principalmente si las materias primas están libres de la medida (30% de sus insumos son importados de Perú). “El problema es el contrabando. Nosotros cumplimos las regulaciones”.
Un inconveniente que esta y otras empresas señalan es que el público no siempre acepta el producto nacional. Christian Ponce, propietario de Proquim, empresa que elabora detergentes y otros limpiadores, asegura que el hecho de que se deje de importar un producto no asegura que la gente compre el nacional.
La salvaguardia, explica, es temporal y en ocasiones se desmonta. La gente compra el producto local y al volver el importado opta por este.
Ponce considera que pase lo que pase las empresas tienen que seguir desarrollándose. Aunque no es un proyecto que nace en la coyuntura de las salvaguardias, la empresa comenzará a fabricar desde abril próximo nuevos productos como detergente líquido, lavavajillas, quitagrasas, productos para limpieza de cocinas de inducción, entre otros.
“Ahora creo que es una ventaja temporal la que voy a tener” una vez que se apliquen las salvaguardias, “porque los productos terminados serán más caros”. Sin embargo, este empresario considera que en el país se deben tomar medidas a mediano plazo que sirvan para impulsar la producción local.
En contexto
Esta semana se prevé una reunión entre los empresarios y el presidente Rafael Correa para analizar el tema de las salvaguardias y otros lineamientos de comercio exterior. El Gobierno cumple con trámites internacionales para la aplicación de la medida.