En las salas Eduardo Kingman, Oswaldo Guayasamín y Miguel de Santiago de la Casa de la Cultura Ecuatoriana cuelga sus cuadros el artista Salvador Bacon. “Hombres, flores, guitarras y palomas acompañan a seres que irradian la luz más simple y pura, quiero poner en las figuras un fragmento de luz que refleje al mundo con su luz propia”, así define a su obra el pintor ecuatoriano nacido en Guamote, Chimborazo, quien presenta esta exposición de 60 óleos.
Cuadros de gestos y rostros, de actitudes modestas, sencillas, escenas humanas, rostros que nos invitan a la contemplación y a la solidaridad. Celebración de la vida. Canto y luz, esa es la obra de Bacon. La temática de su trabajo gira alrededor de la identidad del Ecuador, en sus composiciones son reiterados los íconos del mestizaje, íconos en los que las tradiciones y creencias de la cultura andina cobran cielos y alas.
Ganador de varios Salones Nacionales de Pintura como el Mariano Aguilera, Premio de París, Luis A. Martínez, entre otros. También es autor de seis obras de poesía, novela, ensayo y cuento.