Redacción Guayaquil
Quirófanos, salas de parto, consultorios, salas de espera, equipos… Esos son algunos de los requisitos que busca el Ministerio de Salud Pública en los centros privados que formarán parte de la red que reemplazará al Plan de Aseguramiento Popular (PAP).
Desde la semana pasada, la Dirección Provincial de Salud de Guayas comenzó un recorrido por los 62 centros interesados en integrarse al nuevo sistema.
Uno de ellos fue la clínica San Vicente, un edificio de tres pisos ubicado en Pascuales, en el noroeste de Guayaquil.
Un letrero rojo resalta en la entrada. “‘Emergencias las 24 horas”. En la sala de espera, una cartelera anuncia los servicios: “Unidad de diagnóstico, laboratorio, ecografía, rayos X…. consulta externa USD 6, especialidades USD 15”.
Frente a la sala de espera se ubica el área de emergencias, equipada con los aparatos básicos de resucitación y un tanque de oxígeno. En el primer piso se instalan nueve consultorios y en el segundo, el área de quirófano.
Ahí, una línea roja marca el límite. Con zapatones, gorro y mascarilla, el doctor Guillermo Dávila, director de la clínica, se interna en el área restringida.
“En toda la clínica atendemos a 70 pacientes por día. Si el Ministerio nos aprueba, esperamos triplicar la cifra. Esta es la oportunidad de seguir trabajando y no cambiar de negocio”, dice Dávila.
La clínica pasó la precalificación del Ministerio y ajusta detalles para contratar más personal. Pero la calificación no fue del todo buena para el policlínico Divino Niño, también en Pascuales.
Este centro funciona en el segundo piso de una vivienda. Según su propietario, Ángel Reina, en caso de recibir la aprobación final de las autoridades, ahí solo se atenderían consultas externas.
En su oficina, frente al escritorio, Reina instaló una camilla para curaciones menores. “Vinieron al chequeo, pero querían una mejor sala de partos y un lugar más espacioso… Si es que quieren, en algo los podría ayudar”.
Ambos locales son parte de la red afiliada a la Asociación de Propietarios de Clínicas, Policlínicos y Centros Médicos de Guayas. En total son 70 centros. Su presidente, Luis Aldaz, asegura que de las 30 que se inscribieron, 20 ya fueron calificadas.
Su propio local, Centro Médico Aldaz, ubicado en el Guasmo Norte, fue preseleccionado. “Estamos haciendo ajustes de infraestructura antes del 30 de enero. Hemos hablado con el Banco de Fomento para que nos financie”.
Y anticipa que todos los centros de la nueva red serán sistematizados, con personal capacitado y áreas confortables.
El subsecretario de Salud del Litoral, Marcelo Aguilar, dice que la calificación será bajo los parámetros de acreditación del Ministerio de Salud. “Si hablamos de una clínica, esta tiene que cumplir ciertas condiciones de personal, infraestructura y equipos”.
Aunque todavía no se define la forma de pago por consultas para estos centros, Aguilar anticipa que se analizará el tarifario referencial del MSP.
Pero el gremio de médicos está dividido. Tanto que incluso hay dos Colegios de Médicos en la provincia. Orly Oyague, presidente del Colegio de Médicos de Guayas, no está de acuerdo con el cierre del PAP.
“Parece que esta decisión no es técnicamente apropiada, sino políticamente elaborada. Los médicos sabemos que el cambio no va a mejorar la atención”.
El otro gremio, el Colegio Médico Provincial de Guayas, apoya la medida del Gobierno. “En el país hay 520 unidades médicas privadas. El Estado debe aprovechar nuestra infraestructura”, dice su coordinador, Luis Serrano.
Aunque el tema de costos todavía no se define, este grupo ya tiene sus proyecciones. “Los médicos del Plan de Aseguramiento Popular reciben USD 0,50 por consulta. Sin la intermediación que había, deduzco que pasaremos a USD 2 ó 3 por consulta”.
La nueva red de salud
15 puntos formarán la nueva red de atención, que será dirigida por el Ministerio de Salud.
Entre USD 1 100 y 1 500 se fijará el sueldo de los médicos que trabajen en esta red, dijo el director de Salud, Eduardo Verdesoto.
1 500 camas del Hospital Luis Vernaza, de la Junta de Beneficencia, estarán disponibles para el programa de salud.