La salida de Uber de Colombia tiene tres implicaciones

Uber espera ser convocado para discutir la reglamentación del servicio privado de transporte intermediado por plataformas. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Uber espera ser convocado para discutir la reglamentación del servicio privado de transporte intermediado por plataformas. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Uber dejará de prestar sus servicios en Colombia a partir del 1 de febrero del 2020. Foto: archivo / EL COMERCIO

Tras el anuncio de la salida de la multinacional estadounidense Uber de Colombia, expertos del país vecino señalaron este 11 de enero del 2020 en Diario El Tiempo que este hecho tendrá al menos tres implicaciones en los usuarios, conductores e ingresos del Estado.

Uber dejará de prestar sus servicios en Colombia a partir del próximo 1 de febrero, luego de la prohibición ordenada por las autoridades del país, informó el 10 de enero la compañía en un comunicado divulgado en Bogotá.

En los seis años que opera Uber se han realizado alrededor de 300 millones de recorridos en 12 ciudades del país. Pero esta no es la única aplicación que presta este servicio.

Mauricio Toro, congresista, explicó a El Tiempo que en ese país operan siete aplicaciones. Además, se espera que en los próximos cinco años lleguen entre cuatro y siete nuevas. “Esto hay que hablarlo, no se puede solucionar prohibiendo”.

Frente a los otros servicios que ya existen, el abogado demandante, Nicolás Alviar, confirmó que tiene autorización para proceder legalmente contra ellas.

Sin embargo, que por el momento la firma de abogados está en proceso de investigación y documentación. Esto implica solicitar -como lo hicieron con Uber- documentación internacional apostillada, en países como Grecia, España, China y Rusia, lugares de origen de las otras aplicaciones Beat, Cabify, Didi e InDriver, respectivamente.

El proceso de Uber, por ejemplo, inició en 2016, con lo que como mínimo las iniciativas podrían tomar más de un año en desarrollarse.

Expertos en movilidad manifestaron que hasta que eso se concrete los usuarios y conductores migrarán a esas otras aplicaciones. Darío Hidalgo, especialista en Transporte Sostenible, consideró que “no ocurrirá un colapso ni un descalabro, pero sí la incomodidad o la transferencia de usuarios hacia otro tipo de servicios que aún siguen operando”.

Edulfo Rincón (nombre protegido), conductor bogotano que trabaja en Uber, confirmó la postura de Hidalgo, pues contó que, como él, muchos ya estaban registrados en otras aplicaciones y seguirán allí. Sin embargo, no descarta que algunos conductores renuncien a prestar estos servicios ante la incertidumbre. “Quienes compraron su carro para pagarlo trabajando pueden temer y optarán por vender sus vehículos para pagar sus deudas”.

Rincón comentó también que algunos colegas están planeando crear grupos de Facebook y WhatsApp para comunicarse directamente con los potenciales clientes y ofrecer el servicio de forma particular.

Según Uber, de sus 88 000 socios conductores, un 76% tiene personas a cargo y el 60% son cabeza de familia. Sin embargo, buena parte de quienes prestan sus servicios en esta firma no derivan su sustento ni el de sus familias de esta sola actividad, precisó El Tiempo.

En materia tributaria, Martha Juliana Silva, presidenta de Silk Banca de Inversión, expresó que la salida de Uber tendrá un impacto en el equivalente del impuesto al valor agregado (IVA) que generó en los últimos años y el empleo que creó para miles de conductores.

El año pasado, por IVA de servicios prestados en el exterior, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) recaudó alrededor de USD 68 millones (221 000 millones de pesos), de los cuales Uber habría contribuido con cerca del USD 6 millones (19 890 millones de pesos).

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