El Canciller José Valencia (dcha.) anunció el jueves que el país deja el grupo de la Alba. Foto: Archivo / Galo Paguay/ EL COMERCIO
El canciller de la República, José Valencia, ratificó ayer que la salida de Ecuador de la Alianza Bolivariana para América Latina y el Caribe (Alba) se debe a que no está de acuerdo cómo esa organización trata el tema de la migración venezolana, así como la de agitación social que vive Nicaragua, con 322 muertos por las protestas contra ese Gobierno.
Valencia aseguró que las posiciones de Ecuador respecto de estos temas son divergentes, y que por ello “no corresponde que Ecuador siga participando en un organismo en el que hay estas discrepancias. El tema de Venezuela es uno, el tema Nicaragua es otro”, aseguró el ministro Valencia.
Por su parte, la Alba se pronunció ayer en un comunicado y dijo que la salida de Ecuador se suma a los esfuerzos de algunos Gobiernos de la región por “buscar la salida de Nicolás Maduro” de la Presidencia de Venezuela.
“El utilizar la situación política actual del pueblo de Venezuela y así sumarse a los esfuerzos de algunos gobiernos de la región por buscar la salida del Gobierno del presidente Nicolás Maduro deja claro la línea que Quito ha decidido asumir”, dice el comunicado firmado por el secretario ejecutivo de la Alba, el excanciller boliviano David Choquehuanca,
En relación con la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el Canciller aseguró que no hay “una vinculación entre la situación de Venezuela y la Unasur, y de la misma forma con la Celac”, por lo que el país continuará como miembro de esas organizaciones regionales.
Sobre la Unasur, Valencia destacó que una de las propuestas que realizará el país es que el organismo tenga una agenda eficiente, con lo cual se podrían reducir los costos administrativos de este ente. Actualmente, la Unasur tiene en la Presidencia pro tempore a Bolivia y el cargo de Secretario General se encuentra vacante.
La Alba fue creada como una alternativa al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsada por EE.UU.; Ecuador se unió a este organismo el 24 de junio del 2009, en la VI Cumbre Extraordinaria de este grupo, en Carabobo, Venezuela.
Para Daniel Crespo, analista y catedrático de la Universidad de Los Hemisferios, la Alba tuvo un impacto regional cuando Estados Unidos tuvo que cambiar el ALCA por un refuerzo a los acuerdos comerciales bilaterales con los países de Latinoamérica. Aun así, cree que en este tiempo esta organización tuvo un declive, cuando pasó a segundo plano una vez que se concretó la Unasur.
“Hugo Chávez -dice Crespo- creó un sistema clientelar con la Alba, al ayudar con petróleo a países como Santa Lucía, que le dieron votos en otras instancias, como la OEA. Pero no llegó a más, la Alba fue perdiendo fuerza ya que el mismo Chávez encontró un altavoz más grande en la Unasur. Con la muerte de Chávez y el deterioro de la figura de Maduro, prácticamente deja de funcionar”.
Fernando Carrión, catedrático de Flacso, analiza que la salida de Ecuador de la Alba se da en un contexto de un proceso de crisis de los organismos internacionales en Latinoamérica.
“La diferencia -analiza Carrión- de la Alba con los otros es que era una asociación ideológica para impulsar una serie de propuestas regionales, que en la práctica no le ha significado nada en lo absoluto al Ecuador, de tal manera que tras una evaluación se decidió el retiro de este organismo; además, cono una forma de rechazo al Gobierno de Venezuela por su política migratoria”.
Para Carrión, la propuesta de la moneda Sucre -que debía facilitar el comercio entre los países miembros de la Alba- no generó nada; tanto es así, que no hay crecimiento del flujo comercial de Ecuador con los países del bloque. Y recalca que la Alba ofició como un grupo de países afines a una posición política.