El salario básico de USD 400 regirá desde el 1 de enero del 2020

Empresarios y empleados se reunieron por última vez ayer, en el Consejo de Trabajo.

Empresarios y empleados se reunieron por última vez ayer, en el Consejo de Trabajo.

Empresarios y empleados se reunieron por última vez ayer, en el Consejo de Trabajo. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

La falta de consensos entre empleadores y trabajadores para fijar el incremento al salario básico del próximo 2020 derivó en que el Ministerio de Trabajo estableciera el pasado viernes 27 de diciembre de 2019 un aumento de USD 6 al salario actual.

Es así que desde el 1 de enero del 2020 regirá un salario mínimo de USD 400.
La decisión quedó plasmada en el acuerdo ministerial 2019-394, con fecha 27 de diciembre y firmado por Andrés Madero, titular de la Cartera de Estado.

El documento fue emitido horas después de la segunda reu­nión del Consejo Nacional de Trabajo y Salarios (CNTS), donde delegados de los gremios laborales y empresariales no pudieron encontrar un punto medio a sus propuestas.

Los empleadores sugerían que si había aumento, ese debía ser equivalente a la proyección de inflación del próximo año, que es del 0,84% (USD 3,30). Los sindicatos planteaban incrementos de entre USD 15 y USD 20 desde enero.

El alza salarial determinada por el Gobierno equivale al 1,523% respecto del valor vigente: USD 394. Para la decisión se tomaron en cuenta variables proyectadas de crecimiento económico e inflación.

Según el acuerdo, se trata de un “mecanismo encaminado a la reducción de la pobreza” que busca asegurar una efectiva redistribución de la riqueza.

“Fijamos de acuerdo con índices económicos, como es el índice de inflación proyectada y el índice de crecimiento económico”, dijo el ministro de Trabajo, Andrés Madero.

El funcionario agregó que la idea es “mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores a favor de una mejora de la productividad, para que bienes y servicios ofertados por los propios empleadores tengan un mayor consumo”.

Madero explicó que las movilizaciones de octubre pasado dieron un duro golpe a los empresarios y trabajadores. Sin estos acontecimientos habría sido “factible” subir aún más el salario o, incluso, conseguir un acuerdo, comentó.

Las perspectivas económicas para el próximo año apuntan a que el producto interno bruto (PIB) crecerá un 0,7%, según Verónica Artola, gerenta general del Banco Central del Ecuador (BCE).

Empresarios consultados lamentaron que la resolución del Ministerio no se apegara a lo estipulado en el art.118 del Código de Trabajo, según el cual la fijación será equivalente a la tasa de inflación.

El incremento decidido por el Gobierno no soluciona el problema de fondo: la baja productividad. En eso coincidieron Marco Carrión, principal de la Cámara Nacional de la Pequeña Empresa ­(Canape); Daniel Legarda, titular de la Federación Ecuatoriana de Expotadores (Fedexpor); y Rodrigo Gómez de la Torre, principal de la Cámara de la Agricultura.

Esos directivos insistieron en acelerar la discusión y aprobación de reformas laborales que faciliten la contratación.

En los sindicatos tampoco hay satisfacción con el incremento. El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) expresó que el aumento no debe limitarse a las personas que reciben el básico, sino que debe aplicar en todos los niveles. Esos gremios refutaron que un salario más alto al actual vaya a perjudicar a los negocios.

El alza de USD 6 impacta en el pago al IESS, pago de multas y otros aspectos.

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