Sacerdote compareció por denuncias de abuso sexual en Guayaquil

Una grupo de personas hizo un plantón en contra los abusos, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Una grupo de personas hizo un plantón en contra los abusos, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Una grupo de personas hizo un plantón en contra los abusos, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

La diligencia en la Fiscalía del Guayas comenzó a las 15:00 de este jueves 24 de mayo del 2018. El sacerdote Fernando I. acudió a dar su versión por un caso de presunto abuso sexual contra un grupo de menores. La investigación se abrió de oficio luego de que las víctimas hicieran pública la denuncia, a través del portal GK.

Sin embargo, hasta las 20:30 el cura no salió del edificio, ubicado en el centro de Guayaquil. A esa hora solo había una puerta lateral habilitada.

Ahí lo esperaban los medios de comunicación y un grupo de manifestantes que llegó con carteles a su favor. Pero ni el clérigo ni sus abogados traspasaron esa salida, la única disponible durante la noche.

La audiencia había finalizado cerca de las 19:00, cuando los abogados de los diez jóvenes denunciantes hablaron con los medios. Esta era la segunda convocatoria; Fernando I. no acudió al primer llamado.

“Son dos las investigaciones: una por abuso sexual y otra por tortura. La diligencia de este jueves fue por abuso sexual”, explicó Juan Manuel Guzmán, uno de los defensores de las víctimas.

Andrés Vizcarra se identifica como uno de los sobrevivientes de Fernando I., inicialmente lo defendió, pero luego reflexionó y comprendió que había sido manipulado para realizar la 'dinámica del pecado'.

“¿Quién te hace un bien amarrándote, mintiéndote, manipulándote? Creo que ningún sacerdote en sus cabales haría ese tipo de cosas. El pecado se enseña de cualquier otra forma pero no amarrándote, no torturándote, no dejándote en boxer o sin camiseta”, dijo el joven, que actualmente tiene 24 años.

Quienes acusan a Fernando I. relatan que eran adolescentes cuando pasaron por la 'dinámica del pecado'. Todos coinciden en que eran atados, desnudados, golpeados e incluso electrocutados. El objetivo, según les habría dicho el cura, era enseñarles a vencer al mundo y sus pecados.

La Arquidiócesis de Guayaquil rechazó esta práctica. En el campo del derecho canónico abrió un juicio por conducta inapropiada. Ese proceso está a cargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe y está en una fase de apelación extraordinaria.

Vizcarra informó que este jueves se reunieron con Jaime Ortiz de Lascano, Vicario Judicial de Chile, quien fue delegado por el Vaticano para investigar los casos de abuso sexual dentro de la iglesia católica, ocurridos en Ecuador. “Él se encargará de entregar las cartas de nosotros, los sobrevivientes de Luis Fernando, al papa Francisco”.

Fernando I. no ha hablado con los medios sobre estas denuncias. La semana anterior emitió un comunicado en el que desmentía la suspensión que le aplicó la Iglesia.

Las personas que llegaron esta tarde para apoyarlo tampoco quisieron hablar. Solo mostraron carteles con frases como ‘Yo sí te creo padre I.’ y ‘no a la persecución mediática’.

En el 2013 la Fiscalía receptó las primeras denuncias contra el clérigo. Pero luego de cinco años el caso prescribió.

La fiscal provincial del Guayas, Patricia Morejón, explicó que el caso se retomó porque se detectó el delito colateral de tortura, a través de la versión de una de las víctimas. “Sobre esa base se abrieron nuevas investigaciones. El delito de tortura no prescribe”.

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