El martes, un policía resguardaba los exteriores de una entidad financiera de Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Elegían a las víctimas dentro de los bancos. Ingresaban y simulaban ser clientes. Así identificaban a quienes retiraban fuertes sumas de dinero y entregaban esos datos a sus cómplices, que esperaban en los exteriores. La Policía recabó estos detalles tras seguir a las bandas de sacapintas.
Esa información también permitió conocer que las víctimas eran perseguidas en vehículos tipo taxis e interceptadas con armas de fuego.
Así fue asaltado el cliente de un banco en Guayaquil. “Dame el dinero o te mueres”, gritaban los asaltantes, mientras apuntaban con una pistola.
Tras una investigación, estos últimos fueron detenidos el pasado 15 de diciembre. La Policía dijo que los sospechosos operaban, además, en Quito y en Machachi. Tras la detención, los agentes encontraron USD 25 000 que le habían robado un día antes a una joven.
En este mes, la Policía Judicial ha desarticulado seis organizaciones de sacapintas a escala nacional. Las indagaciones muestran que en diciembre estos grupos delictivos se activan con fuerza para perpetrar más ilícitos.
Esto ocurre por el movimiento comercial que se registra hasta fines de año. Por eso, los agentes de la fuerza pública reforzaron el servicio de traslado de dinero; es decir, uniformados custodian a quienes retiran o depositan altas sumas.
Los usuarios pueden acceder a este servicio a través del ECU-911, de las Unidades de Policía Comunitaria (UPC) o se puede solicitar al personal de las entidades financieras.
En el país, del 1 al 21 de diciembre los oficiales custodiaron a 832 personas que retiraron sus ahorros en ventanillas.
Ese número es el doble de usuarios que requirieron el servicio en diciembre del 2019. En ese mes se ejecutaron 459 resguardos policiales.
Los agentes dicen que el servicio es gratuito y no tiene límite de tiempo. Es decir, si la persona necesita dejar el dinero en varios lugares, los uniformados lo acompañan a cada sitio. El resguardo se realiza con vehículos y motocicletas.
De esta manera, los uniformados intentan frenar los ataques de los sacapintas.
En este año, 308 clientes de entidades financieras en el país fueron asaltados por los antisociales. Un total de 18 de esos robos se cometieron en este mes. En diciembre del año pasado hubo 49 víctimas.
La Policía también activó los servicios de Inteligencia para vigilar los alrededores de los bancos. Los agentes operan vestidos de civiles con el fin de detectar a los asaltantes.
En estas labores han descubierto que una banda delictiva puede estar compuesta hasta por 10 personas.
En ciudades como Guayaquil se han desarticulado complejas estructuras armadas. Por ejemplo, en julio pasado seis sospechosos fueron detenidos cuando planificaban un asalto. Los agentes que los interceptaron descubrieron que los desconocidos utilizaban motos y vehículos para seguir a los clientes. Los informes policiales revelan que esa banda manejaba hasta USD 20 000 al mes, producto de los ataques.
En este año, las redes delictivas han cometido asesinatos y secuestros para apoderarse del dinero. Uno de los ataques más violentos sucedió en Quito, a mediados de año. Dos hombres fueron asesinados tras resistirse al robo de USD 10 000, que habían retirado de un banco. En esos crímenes, la Policía descubrió que ocho sacapintas estaban involucrados. Todos fueron detenidos en agosto pasado.
En Guayaquil, en cambio, hace un mes fueron capturados tres sospechosos por el robo y secuestro de un extranjero. Los desconocidos sabían que la víctima había retirado USD 50 000 de un banco días atrás.
En ese caso, los agentes dicen que los sospechosos realizaron un seguimiento de varios días. En Esmeraldas también se ha detenido a bandas violentas de sacapintas. Una de las últimas redes delictivas fue detenida el 30 de octubre. Tres armados atacaron a una mujer que retiró USD 17 000.