Grecia es cuna de hombres sabios. Entre el 620 y 550 a. C. se reconocieron siete hombres renombrados por su sabiduría manifestada en aforismos. Ellos son: Cleóbulo de Lindos, quien dijo: “La moderación es lo mejor”; Solón de Atenas: “Nada con exceso, todo con medida”; Quilón de Esparta: “No desees lo imposible”; Bías de Priene: “La mayoría de los hombres son malos”; Tales de Mileto: “En la confianza está el peligro”; Pítaco de Mitilene (Lesbos): “Debes saber escoger la oportunidad”; y Periandro de Corinto: “Sé previsor con todas las cosas”. Sin duda son valiosas frases pronunciadas por hombres talentosos. El más sabio de todos los tiempos enseñó: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Su nombre: Jesucristo.
Muy pocos se acuerdan de los siete primeros, pero del último todos recordamos porque cuando llegó partió la historia de la humanidad en dos: antes y después de él.