Rusia y Ucrania reanudaron este domingo por la noche en Kiev sus negociaciones sobre el gas para evitar un corte inminente de suministro muy temido en Europa, que depende en un 30% del gas ruso.
En las negociaciones, auspiciadas por la UE, participan el comisario europeo de Energía, Günther Öttinge, el primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk, su ministro de Energía Yuri Prodan, Alexei Miller, que preside el grupo ruso Gazprom y el comisario europeo de Energía Guenther Oettinger.
Gazprom dio un ultimátum hasta el lunes a las 06H00 GMT para que Ucrania le pague USD 1 950 millones (1 440 millones de euros) de facturas de gas pendientes. De lo contrario, Rusia ha advertido que pasaría a un sistema de prepago que implicaría un corte de suministro.
Un eventual corte afectaría de pleno a la Unión Europea, que depende en un 30% del gas ruso, la mitad del cual transita por Ucrania.
Moscú había fijado su oferta final en USD 385 por 1 000 metros cúbicos de gas, precio que rechaza Ucrania.
Las negociaciones se celebran en un contexto sumamente tenso tras el ataque de los rebeldes prorrusos en Lugansk (este de Ucrania) , que el sábado provocó la muerte de 40 paracaidistas y de los nueve miembros de la tripulación del avión derribado.
La negociación se ha visto también empañada por un nuevo escándalo diplomático tras la difusión de un video en el que el ministro ucraniano de Exteriores insultaba al presidente Vladimir Putin ante los manifestantes que estaban atacando la embajada rusa en Kiev.
En una escena que grabó el sábado la televisión local, el jefe de la diplomacia ucraniana Andrii Deshchitsa lanzó un “ Putin es un imbécil ” delante de los manifestantes enfurecidos, para calmarlos e impedir que siguieran intentando atacar a la diplomacia rusa.
Varios altos responsables rusos pidieron al presidente ucraniano la destitución de Deshchitsa.
– Querían “ ver correr la sangre ” –
Los manifestantes que atacaron el sábado la embajada de Rusia en Kiev “ querían apoderarse del edificio y ver correr la sangre ” , afirmó el domingo el ministro ruso de Relaciones Exteriores Sergei Lavrov, quien denunció las palabras de su homólogo ucraniano.
En Kiev, una manifestación de unas 300 personas terminó con el lanzamiento de un cóctel molotov contra la embajada rusa, donde se volcaron vehículos diplomáticos, se lanzaron huevos y se descolgó la bandera rusa.
La policía anunció el domingo el arresto de tres personas. Rusia denunció la pasividad de la policía ucraniana frente a estas “ acciones provocadoras ” .
Estados Unidos condenó también el ataque e instó a Kiev a respetar la Convención de Viena que obliga a garantizar la seguridad de los edificios diplomáticos.
– Reunión del consejo de seguridad nacional –
En Ucrania, en donde el domingo se decretó una jornada de duelo nacional, las banderas ondeaban a media asta, mientras que los canales de televisión mostraban en la pantalla la imagen de una vela encendida en homenaje a las 49 víctimas del avión derribado en el este separatista.
El presidente ucraniano prooccidental, Petro Poroshenko, prometió una “ respuesta adecuada ” contra los separatistas prorrusos por el derribo del avión militar.
El flamante mandatario ucraniano convocó una reunión del consejo de seguridad nacional y de defensa el lunes.
Poroshenko había presentado esta semana a Vladimir Putin un plan de paz, levantando la esperanza de un apaciguamiento del conflicto, el más grave entre Rusia y occidente desde el final de la Guerra Fría.
Pero el ataque contra el avión ucraniano en Lugansk hace que disminuyan las expectativas.
Estados Unidos reafirmó el viernes que Rusia había suministrado tanques y lanzacohetes a los insurgentes prorrusos en el este de Ucrania a través de la frontera común.