Redacción Deportes
Las 32 mejores selecciones del mundo participarán en el Mundial de Sudáfrica 2010. A ese certamen, Brasil llega como uno de los favoritos, tras triunfar en la Copa Confederaciones y ‘barrer’ en las eliminatorias mundialistas.
El Brasil de Dunga, en principio errático y después avaro y lujoso, se convirtió en el primer equipo clasificado de la región cuando faltaban tres fechas para la finalización de las eliminatorias.
De las selecciones clasificadas algunas sufrieron para llegar a Sudáfrica, incluso hasta con dudas como es el caso de Francia.
‘La mano de Dios’ del delantero Thierry Henry, con la que se ayudó para controlar un balón y dar un pase de gol, se ha convertido en un agravio para Irlanda, que se siente también ‘robada’ por los presidentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y de la Unión Europea de Fútbol (UEFA), Joseph Blatter y el francés Michel Platini, respectivamente.
Uruguay también se clasificó a Sudáfrica sufriendo hasta el último minuto, al ganar el repechaje a Costa Rica, tras una eliminatoria sudamericana en la que mostró irregularidad en lo deportivo, pero continuidad en cuanto a conducción e integración.
Pese a la poca satisfacción que muchos aficionados sienten por el empate 1-1 – tras la victoria 1-0 en la ida- conseguido ante el combinado ‘tico’, el pasado miércoles, la celeste alcanzó el objetivo de llegar al Mundial 2010 de Sudáfrica.
Argentina también se clasificó de forma agónica, de la mano del DT Diego Armando Maradona.
La otra cara de la moneda, la representa la selección de Chile, que se clasificó de forma merecida a la cita mundialista. Paraguay también lo hizo ratificando su desempeño de los últimos 12 años.
De la mano del argentino Marcelo Bielsa, Chile volvió a un Mundial luego de su última participación en Francia 1998, cuando aún llevaban la ‘Roja’ sobre su pecho Iván Zamorano y Marcelo Salas.
Profeta en tierra ajena, el ‘Loco’ Bielsa, de fracasada experiencia al frente de Argentina en Corea-Japón 2002, demostró la vigencia de su planteo ofensivo y consiguió que un país reticente a lo argentino se postrara a sus pies como agradecimiento.
Con otro extranjero en el banquillo, esta vez el argentino Gerardo Martino, Paraguay también firmó el ingreso a su cuarto Mundial consecutivo a partir de un equipo que hizo del contragolpe su mejor arma, gracias al oportunismo y olfato de gol del atacante paraguayo Salvador Cabañas, quien está en su mejor momento.