Rousseff recibe apoyo de Maduro, Morales, Samper y Scoli

El objetivo del encuentro empresarial es estimular el intercambio comercial bilateral. Juan Manuel Santos (d) junto a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff (i), en el Palacio de Nariño de Bogotá. Foto: EFE

El objetivo del encuentro empresarial es estimular el intercambio comercial bilateral. Juan Manuel Santos (d) junto a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff (i), en el Palacio de Nariño de Bogotá. Foto: EFE

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió el apoyo de los mandatarios de Bolivia y Venezuela, del secretario general de la Unasur y del candidato presidencial del oficialismo en Argentina. Foto: EFE

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió el 13 de octubre del 2015 el apoyo de los mandatarios de Bolivia y Venezuela, del secretario general de la Unasur y del candidato presidencial del oficialismo en Argentina frente a la ofensiva de la oposición brasileña para que sea juzgada con fines de destitución.

Además, un juez del Tribunal Supremo de Brasil, Teori Zavascki, dejó fuera de juego una maniobra legal que hubiera ayudado a la oposición a ver sus propósitos cumplidos, pues abría la puerta a apelar a la Cámara de Diputados en caso de que su última solicitud de un juicio a Rousseff, aún en trámite, fuese rechazada.

El secretario general de Unasur, Ernesto Samper, que se reunió hoy con Rousseff en el Palacio de Planalto, aseguró que la posición del organismo regional "es muy clara" en el sentido de que "la presidenta fue elegida constitucionalmente y tiene que, constitucional y políticamente, terminar su mandato". Samper, que indicó que no trató del asunto con Rousseff, quien inició su segundo mandato consecutivo el 1 de enero de 2015, indicó que la mandataria cuenta con el apoyo de Unasur sin necesidad de solicitarlo.

"No necesita pedirlo porque lo tiene. Es una persona honesta, que fue elegida constitucionalmente", aseguró el secretario de Unasur, citado por la Agencia Brasil. Samper indicó que "obviamente" la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) espera que "todos los temas políticos sean tratados dentro del Congreso, dentro de la Constitución, dentro de la ley y con respeto a las normas universales sobre legítima defensa".

La Constitución brasileña prevé la posibilidad de destituir a un jefe de Estado, pero para iniciar el juicio exige razones jurídicas que, en opinión del Gobierno, no existen en el caso de Rousseff. En el artículo 85 de la Constitución brasileña, entre otros "delitos de responsabilidad" del presidente, se mencionan los que atenten contra "la probidad en la Administración" y "la ley presupuestaria".

El último pedido de la oposición para que se enjuicie a la presidenta se refiere al supuesto maquillaje de los resultados fiscales del Gobierno correspondientes a 2014, la razón de que el Tribunal de Cuentas de Brasil haya reprobado los balances públicos referentes al año pasado. El presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, en quien recae la responsabilidad de decidir si se juzga a Rousseff, hasta ahora no ha aceptado ninguna de las solicitudes presentadas, porque a su juicio carecían de "fundamentos jurídicos", pero aún no se pronunció sobre la referida al maquillaje de las cuentas fiscales. Cunha ha recibido hasta ahora 14 solicitudes, algunas de particulares, y ha rechazado 11. Los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y Bolivia, Evo Morales, que se reunieron hoy en una localidad boliviana, expresaron su "preocupación y alarma" por la ofensiva opositora contra su colega brasileña, que debe afrontar una grave crisis económica y el impacto de grandes escándalos de corrupción como el de Petrobras.

"Tanto el presidente Evo Morales como mi persona manifestamos nuestra preocupación y vamos a iniciar un conjunto de consultas porque parece anunciarse en Brasil con una nueva modalidad un golpe de estado contra la presidenta Dilma Rousseff y contra el movimiento popular", sostuvo el mandatario venezolano. Según Maduro, ha costado mucho "que se levanten los movimientos populares y sean gobiernos del pueblo y para el pueblo" en los países latinoamericanos y ahora "hay una arremetida contra todos los procesos progresistas" en la región.

Agregó que los presidentes del bloque bolivariano Alba no se quedarán callados "frente a un intento de golpe de Estado en Brasil ni en ningún lugar de América Latina y el Caribe", sino que se manifestarán "con voz clara y abierta para apoyar al movimiento popular y al pueblo de Brasil".

Además de a Samper, Rousseff recibió hoy en Brasilia al candidato presidencial del oficialismo argentino, Daniel Scioli, el favorito en los sondeos de las elecciones del 25 de octubre. "Confío en que los poderes del Estado (brasileño) actuarán con responsabilidad y en que Dilma (Rousseff) desarrollará su Gobierno dentro de la constitucionalidad", declaró Scioli a los periodistas tras su entrevista con la mandataria.

Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y candidato por el Frente de la Victoria de Cristina Fernández, afirmó que su política es no intervenir en asuntos de otros países, pero alertó de que, en "algunos momentos", "se ha visto actuar al triángulo mediático, judicial y político" contra los que definió como "gobiernos populares" en América Latina.

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que ha pedido a la oposición que asuma de una vez que fue derrotada en las urnas en 2014, se refirió hoy al maquillaje fiscal presuntamente hecho por el Gobierno de su correligionaria Rousseff. Según el expresidente, si Rousseff realizó una maniobra fiscal fue para asegurar los programas sociales, como el de vivienda, los cuales han sido la bandera del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).

"Dilma hizo 'maquillaje' para pagar el 'Bolsa Familia', para pagar 'Mi casa, Mi vida', porque todo el mundo sabe que (el programa) 'Mi casa, Mi vida' tiene un fuerte subsidio del Gobierno. Es caro, pero si el ggbierno no lo subsidia, esas personas jamás podrán tener una casa", defendió. 

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