Los rostros de las canteras Sub 15
Álex Puruncajas y Luis Cheme
Quito y Guayaquil
En la acera de la avenida San Luis, calle principal del centro comercial San Luis Shopping, el movimiento es intenso a las 16:00. Es la tarde del lunes 9 de noviembre y un grupo de personas atraviesa el sector, atraído por las vitrinas del ‘mall’ del valle de Los Chillos.
Al frente del lugar existe otro tipo de trajín: 100 niños, de entre 6 y 12 años, se ejercitan en una cancha de césped que tiene baches generados por las lluvias que caen en el sector.
Las categorías juveniles son insignificantes para los directivos
Juan Ramón Silva
Director de las formativas de EmelecLos niños y adolescentes son de la escuela de fútbol y la Sub 12 del Independiente del Valle, equipo que hace un mes ascendió a la Serie A de Ecuador. Los juveniles llegan a la cancha, en algunos casos, acompañados por sus padres.
Ellos son los jugadores más jóvenes de las formativas del Independiente, equipo que (junto a Liga de Quito) es el mayor proveedor de futbolistas para la Selección Sub 15, que actualmente participa en el Sudamericano de la categoría en Bolivia.
El club del Valle, al igual que LDU, tiene a tres de sus jugadores en la Tricolor. Michael Arboleda, Cristian Ramírez y Junior Sarnoza pertenecen a la Sub 16 del plantel y forman parte de la Sub 15 ecuatoriana.
Esto contrasta con la realidad de otros clubes tradicionales como Barcelona, El Nacional o Emelec.
Los planteles del astillero tienen, cada uno, a un solo jugador en la Selección Sub 15. Los criollos (que ha exportado a ocho futbolistas al exterior en cuatro años) no tienen a ningún seleccionado.
El Independiente empezó a invertir más en las formativas desde 2008. “El ascenso a Primera nos obligó a tener equipos Sub 16 y 18 y empezamos a traer jóvenes de afuera. Pero la inversión también forma parte del proyecto de proveer de jugadores a la Primera”, afirma Santiago Morales, gerente del plantel.
La mayor apuesta económica del cuadro de Sangolquí ocurrió este año. El grupo empresarial liderado por Michel Deller adquirió el 50% de las acciones del Norteamérica, club de Guayaquil de la Segunda categoría.
Por eso, de ahí vinieron 16 juveniles al Independiente esta temporada. El conjunto también se reforzó con prospectos de Esmeraldas y del valle de Chota.
La intención de los dirigentes es formar un grupo sólido de talentos que fortalezcan al equipo de Primera, en cuatro años.
El Independiente copió el modelo de la ‘U’ y de los puros criollos, que reclutan prospectos de provincias y les proveen de alimentación, residencia y estudios.
Los albos (que tienen a los seleccionados Ríder Alcívar, José Cevallos y Luis Batioja) tienen cinco categorías formativas.
180 juveniles se entrenan diariamente en Pomasqui. De ellos, 25 viven en la nueva residencia, en el sector de la Pampa. Algunos reciben USD 20 quincenales.
Pero no todos cuentan con la misma fortuna. En Deportivo Quito, que tiene un seleccionado Sub 15, existen limitaciones económicas. Su situación se parece a la de los clubes del astillero.
La falta de recursos agobia a Barcelona, Emelec y D. Quito
La camioneta Ford Currier modelo 1974 de Juan Madruñero hace el mismo recorrido todas las tardes. Sale desde el Guasmo Sur, pasa por los suburbios y a las 15:30 llega al Monumental.
En el vehículo también llega un grupo de jugadores de las categorías juveniles de Barcelona. Madruñero ha realizado esta tarea durante los 27 años que ha trabajado en las formativas del club.
Los chicos, que aspiran a convertirse en las estrellas de Barcelona, también arriban al estadio en los buses de la línea 35. Miguel Mina es uno de ellos. Él practica en el club desde hace tres meses.
Mina vive en la cooperativa Santiaguito Roldós del barrio Fertisa. El juvenil invierte USD 1 diario en pasajes. Sus padres no siempre tienen el dinero y le obligan a ausentarse de las prácticas.
La historia se repite con Miguel Cabezas. Su traslado desde el barrio Florida Norte hasta el estadio dura una hora. Él toma cuatro buses. Para su entrenamiento, sus padres invirtieron USD 25 en la compra de zapatos, pantaloneta y una camiseta de Barcelona, adquirida en la Bahía.
La falta de inversión es evidente. Juan Carlos Estrada, responsable de las formativas, no dio a conocer la inversión en las canteras. “Las formativas se encuentran en una reestructuración”. Según el presupuesto de 2009, la inversión era de USD 1 276 000. Pero esto no se ha concretado.
Los jugadores no tienen uniformes, zapatos, pelotas y les falta un seguimiento alimenticio y médico. Ellos se hidratan con el agua que sale de las mangueras, utilizadas para regar el césped. En ocasiones, los entrenadores compran galones de agua.
Madruñero afirma que existen tres problemas: “La falta de transporte, las canchas para el entrenamientos y la alimentación”. El ex futbolista revela que algunos jugadores llegan sin comer.
En 2008 la dirigencia adquirió un terreno de 14 hectáreas para construir un centro de entrenamiento. El proyecto se paralizó.
Javier Rodríguez, asistente de la Sub 18 de los toreros y DT de la Tri Sub 15, dice que la falta de recursos y de infraestructura para el trabajo provoca la deserción. 12 jugadores abandonan el club, al año, por mejores ofertas.
En Emelec la situación es igual. El plantel tiene 260 jugadores en las formativas. El uruguayo Juan Ramón Silva, director de estas divisiones, se lamenta: “Son categorías insignificantes para los dirigentes”.
La tarde del viernes pasado, el DT buscaba recursos para que los jugadores actúen en los partidos del fin de semana.
Para costear el arbitraje, la movilización y el agua para los jugadores, Silva y el resto de técnicos acuden a los dirigentes y realizan colectas. Así completan los USD 200 que requiere cada categoría. En ocasiones no se completa el monto y los equipos no se presentan a sus partidos.
Silva buscó la ayuda de Nasib Nehme (presidente de la Comisión de Fútbol). “Pero dijo que esa no era su responsabilidad”.
Los jugadores no tienen atención médica. Tres integrantes de la Sub 18 afrontan lesiones y esperan por intervenciones quirúrgica, desde hace dos meses. A Silva le adeudan el sueldo desde febrero. Lo mismo ocurre con el resto de entrenadores.
A principios de año, Silva planteó a la dirigencia que se destine un dólar de cada entrada a las formativas, pero eso no se concretó.
En Deportivo Quito también se siente la ausencia de recursos. El equipo Sub 16 no tiene una cancha propia para los entrenamientos. Giovanny Arias, DT de la Sub 16, aún no recibe el pago de cuatro meses de sueldo.
El entrenador lleva sus propios balones y conos a las prácticas. “Existe un déficit (USD 35 000), pero estamos intentando solventarlo desde hace dos meses”, afirma Felipe Vizcaíno, responsable de las divisiones menores.
Pese a esto, la Sub 16 azulgrana está en el cuadrangular final del torneo nacional y busca el título.
River Plate Ecuador aplica el modelo argentino
En el equipo de Segunda categoría sí existen recursos. Las categorías del plantel son coordinadas por el argentino Claudio Campos, ex delantero de Deportivo Cuenca en 1999.
Cuando llegó, a inicios de 2008, las juveniles se estaban formando. Hoy River tiene a 130 jugadores.
El club realizó un convenio con la Ciudad Deportiva Carlos Pérez Perasso para ocupar cinco canchas sintéticas. Ahí se entrenan los equipos juveniles, sin contar las dos que se encuentran en el estadio La Fortaleza. Además, existen acuerdos con las principales clínicas de Guayaquil para la atención médica de los jugadores. Cada equipo tiene 30 balones.
El cuerpo técnico lleva un control estadístico y un seguimiento al trabajo de cada entrenador. A este club llegan jugadores de Esmeraldas, El Chota, Manabí... Al año son seleccionados entre 12 y 15 jugadores. Ellos se alojan en el complejo Roberto Gilbert gracias a un convenio con la Federación Deportiva del Guayas.
El modelo de trabajo del equipo es el mismo que aplica el River Plate de Argentina.