La ministra María Paula Romo realizó desde Carondelet su defensa en su interpelación. La acompañaron el gabinete y la cúpula policial. Foto: Cortesía
Lanzando dardos contra el correísmo, el Partido Social Cristiano (PSC) y el expresidente de la Asamblea, José Serrano (AP), quienes impulsaron la interpelación, María Paula Romo cerró ayer 24 de noviembre del 2020 su defensa ante el Pleno de la Asamblea.
Al final hubo sonoros aplausos de varios ministros y policías y de quienes por más de dos años la acompañaron en el Ministerio de Gobierno. Ella se defendió desde el salón de banquetes de Carondelet.
El tercer juicio político que enfrentó María Paula Romo en menos de un año se dio en modalidad virtual. Once meses atrás, otros dos pedidos de interpelación en su contra terminaron en el archivo de la Comisión de Fiscalización.
De las tres horas que tenía para defenderse de las acusaciones (el uso de bombas lacrimógenas caducadas y la supuesta acción policial en octubre de 2019), Romo usó menos de una hora para el efecto. Hasta el cierre de esta edición no se votaba por su destitución.
Antes del debate, el presidente de la Asamblea, César Litardo (AP), dispuso que la transmisión se desconectara, por lo que no se vio cómo Romo se despidió de quienes la acompañaron en Carondelet.
En cuanto a las causales para el juicio político, Romo aseguró que “quienes no han respondido por los secuestros, por los incendios, por haber atacado la Contraloría, por haber tomado pozos petroleros” hace un año fueron “quienes aportaron las pruebas de cargo”.
“No tenemos registros de que ninguno de estos cartuchos haya, por mal funcionamiento, provocado algún problema a algún miembro de la Policía Nacional”.
“Ni se bombardearon centros de paz ni se atacaron lugares de paz. La Policía nunca entró en una universidad, nunca la Policía entró en un lugar en donde estuvieron albergados los manifestantes, nunca durante 11 días de violencia extrema intentamos un desalojo de quienes se habían tomado gobernaciones”, argumentó.
Sin embargo, Romo esperó hasta los últimos 15 minutos de su intervención para arremeter contra sus detractores.
“Estoy pagando el precio de haber impedido un golpe de Estado y si este es el precio a pagar por enfrentar a las mafias de todos los tamaños y todos los colores, si ese es el precio a pagar por defender la democracia, lo hago con gusto y será una condecoración en mi vida política el ser cesada por esta Asamblea”, enfatizó.
A sus interpelantes, Roberto Gómez (ex Creo) y Amapola Naranjo (correísta), Romo evitó nombrarlos. Aludió a “la sorprendente pero muy sólida alianza que durante los últimos años ha tenido el PSC y el correísmo” en el Parlamento.
“Destapar la estafa del Isspol pondrá en jaque a grandes poderes políticos y económicos, y es una vergüenza para el mercado bursátil del Ecuador, y prefieren que yo salga del Ministerio de Gobierno antes que asumir lo que hicieron”, dijo.
Intentó presentar el extracto de una entrevista del destituido presidente de la Asamblea, José Serrano (AP), sobre una reunión con el exmandatario Abdalá Bucaram. Litardo no lo permitió al considerar que se desviaba del orden del día.
“Si de verdad quieren averiguar si los Bucaram tienen algún acuerdo político, ¿por qué me lo preguntan a mí que nunca en la vida me he reunido con ellos?, cuando podrían preguntárselo a quien presidió la Asamblea y aceptó en TV nacional que había ido a reunirse en Panamá para proteger al entonces vicepresidente Jorge Glas?”, insistió Romo.
Romo se presentó al juicio con fuerzas políticas en contra, desde que en julio no la eligieron como vicepresidenta de la República y un mes después pidieron removerla del cargo.
Los socialcristianos César Rohón o Cristina Reyes tampoco se refirieron al supuesto pacto con el correísmo. “A todo pavo le llega su Navidad”, dijo Reyes, después de que Homero Castanier, de Creo, comprometió el apoyo de su bancada para la destitución.
A diferencia del resto de los asambleístas que siguieron la sesión desde salones u otros espacios como el interior de un automóvil, en el caso de María José Carrión, la correísta Amapola Naranjo apareció en compañía de personas con vendas en los ojos.
La cámara enfocó por más de una vez a una joven mujer que lloraba. Era Yahaira Urresta, quien perdió un ojo en las protestas de octubre, y es candidata del correísmo a la Asamblea.
Roberto Gómez, otro de los interpelantes, sostuvo que Romo violó la Ley, puso en riesgo la vida los policías al entregarles implementos en mal estado en octubre 2019, pero también aludió a otras acusaciones como las denuncias de repartos de hospitales. Al final, mocionó que sea censurada.
María Paula Romo se incorporó al Régimen el 31 de agosto del 2018 como Ministra del Interior, y desde el 1 de agosto del 2019 pasó a ser Ministra de Gobierno. Encabezó la terna del Ejecutivo, para elegir al cuarto vicepresidente del Régimen.
Romo es la primera ministra de Lenín Moreno en ser interpelada sin haber renunciado. Cinco exministros enfrentaron procesos similares tras haber dejado el cargo: Carlos de la Torre, Rubén Flores, María F. Espinosa, Verónica Espinosa y Raúl Pérez Torres.