Redacción Tecnología
‘Cuando era un niño me atraía la serie de televisión Mazinger, porque los protagonistas eran robots. Me llamaba la atención cómo conseguían controlar a estas máquinas.
HOJA DE VIDA
Nelson Sotomayor
El especialista estudió Electrónica y Control y tiene una maestría en Ingeniería Industrial. Este año, estuvo en un curso de especialización en Robótica Industrial.
El catedrático es partidario de desarrollar robots que se incorporen a los procesos de automatización de las empresas. Luego descubrí que era difícil que un robot hiciera lo que uno le ordenara.
Lo confirmé cuando tomé las clases de robótica en la carrera de Ingeniería Electrónica en la Politécnica Nacional. Allí participé en la fabricación de un prototipo de robot móvil, en 1999; aún era estudiante y no tenía experiencia en el diseño de estos aparatos. En esa época había un inconveniente: ninguna página en Internet brindaba información sobre los robots móviles y su funcionamiento; ahora hay miles.
Pese a esta primera dificultad, el desarrollo no se interrumpió. El objetivo de este trabajo fue diseñar una máquina que detecte obstáculos, los evada y busque un nuevo camino.
Lo conseguimos y fue el primer robot móvil del país; lo llamamos Pionero 1.
Hoy se puede comprar un robot y seguramente tendrá mejores movimientos que el Pionero, pero han transcurrido ya 10 años.
La robótica ha evolucionado tanto que es posible comprar kits robóticos que facilitan su diseño. Mis estudiantes han creado varios tipos de robots: algunos imitan a los perros, otros a los insectos y gusanos. Hay algunas máquinas que salen de laberintos y saltan obstáculos.
El diseño del robot
Sotomayor considera que la industria del país no aporta para la investigación en el campo de la robótica. No considera indispensable la automatización.
La empresa National Instruments del Ecuador contactó a Sotomayor para que diseñara un robot. La máquina está en desarrollo.
El investigador considera que en el diseño de un robot deben participar mecánicos, electrónicos y psicólogos.
Entre los robots que ha dirigido hay uno que se asemeja al vehículo rover, enviado a Marte.También creamos un prototipo humanoide, capaz de ejecutar varios movimientos. Cada uno de ellos tiene que ser programado.
Si planeo desarrollar un robot que imita a un perro, hay que observar con detenimiento sus movimientos, sus reacciones. Puede sonar obvio, pero no lo es, porque no sabemos cómo dobla la pata, cómo se estira, etc.
Es necesario fijarse en esos detalles. Solo después de un trabajo de observación es posible avanzar un paso más para la reproducción de sus movimientos.
En el caso de los humanoides, el objetivo es que se parezca más a un humano que a un robot. En el mercado ya existen varios modelos con inteligencia artificial, como el AIBO de Sony.
Es un robot de compañía. Conforme más tiempo interactúa con la persona, más se adecúa a ella. El robot aprende del humano, en la convivencia con él.
En la Politécnica aún no incursionamos en el campo de inteligencia artificial, orientado a la robótica, pero no lo hemos descartado. Hay muchas técnicas computacionales que permiten que la máquina cuente con inteligencia artificial.
A través de la programación es posible reproducir el funcionamiento de las redes neuronales del cerebro humano. El propósito es que aprenda de cada situación y actúe de mejor manera cuando esta cambie.
Quizás la primera vez, no sepa cómo actuar, pero la segunda vez estará listo, porque lo aprendió.
‘Estoy trabajando en robots híbridos, es decir, con sistemas de ruedas y patas’.La inteligencia artificial permite al robot aprender sobre las tareas para los cuales no fue programado.
También hay centros de investigación que diseñan robots con sentimientos; algunos reproducen gestos que demuestran una sensación, por ejemplo de felicidad.
El objetivo de diseñar máquinas que se parezcan más a los humanos es que puedan convivir con nosotros.
‘Podemos diseñar máquinas para transportar cajas para la industria’.Si tengo un robot con estas características, la relación con este será más amigable que tener al frente a un montón de fierros sin una apariencia determinada.
Hay quienes creen todavía que hay un posible riesgo en diseñar robots más avanzados, porque nos pueden controlar. Creo que eso no es posible, pero tengo de decir que no sabemos hasta dónde podremos llegar.
‘La idea es diseñar robots a escala y después avanzar a niveles industriales’.
Nelson Sotomayor
Ingeniero en Electrónica y ControlEn la Politécnica queremos avanzar más en el control del robot. Solo de esta manera podremos aplicar la inteligencia artificial a las máquinas que diseñamos.
Hay muchas iniciativas, pero faltan recursos. No son los recursos provenientes de la Politécnica lo que nos ha permitido desarrollar los diferentes tipos de robots.
Es, sobre todo, el dinero de los propios estudiantes. Cuando diseñamos el Pionero, también el financiamiento provino de nuestros bolsillos y eso no cambió.
Todo sigue igual. Los recursos que destina el Gobierno se asignan a los proyectos de beneficio social, como los enfocados al estudio de las energías alternativas.
Los robots de investigación todavía no son considerados de beneficio social.