Gabriel Jiménez, de la empresa Anger Seguridad, instaló una cerca eléctrica, en Quito. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
El robo a casas es el tercer delito con más denuncias en el país. La información corresponde a los datos que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) ha recopilado desde enero del 2014 hasta noviembre de este 2019.
Este ilícito está solo por detrás del asalto a personas y robo de automotores. Las indagaciones abiertas por la Policía indican que hay bandas organizadas y especializadas para entrar en los inmuebles.
De enero a noviembre de este año se registraron 9 994 denuncias. Los datos de diciembre estarán disponibles el 2020. Las redes delictivas están formadas por cinco o más miembros con tareas definidas. Unos recopilan las características de casas y departamentos que serán asaltados.
Otros entran y ejecutan el robo. El resto lanza alertas y ayuda con la movilización en vehículos. Ahí evacúan a sus cómplices y almacenan los objetos de valor para venderlos en centros informales.
El coronel Carlos Fuertes, comandante subrogante del Distrito de Policía Eloy Alfaro, señala que estas redes aprovechan la salida de los propietarios. Pero advierte que también pueden estar armados.
El 9 de diciembre, dos extranjeros con pistolas fueron detenidos en el interior de una casa en El Bosque, en el norte de Quito. En la tarde ingresaron al sitio y amordazaron a tres adultos mayores.
La Policía recibió una alerta por parte de un familiar de los dueños, que no podía comunicarse con ellos.
Al acudir al sitio, los agentes arrestaron a los sospechosos que actuaban. Hoy se investiga si hay otros involucrados.
Durante estas festividades hay un repunte en esta actividad delictiva. Al menos eso ocurrió en diciembre del 2018.
Los policías señalan que las bandas buscan viviendas que se quedan sin sus ocupantes.
Gladis Ordóñez revisa las imágenes de las cámaras de seguridad que logró instalar. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
Los viajes de temporada o la asistencia a celebraciones familiares que se extienden hasta la madrugada dan mayor margen de acción para que las redes delictivas operen.
Para contrarrestar los robos que se han registrado durante el año, los vecinos instalan sistemas de seguridad.
Especialmente en los feriados, Gladis Ordóñez, presidenta del barrio La Magdalena, revisa las cámaras que apuntan al exterior para detectar posibles irregularidades.
Las imágenes han servido a la Policía para realizar investigaciones en tres ocasiones.
Ella tiene en su casa un sistema de seguridad que consiste en detectores de movimiento y cercas eléctricas.
Una empresa de seguridad instala de 10 a 15 cercas mensuales. La Policía, en cambio, ejecuta el programa denominado Encargo de Domicilio. Los interesados deben registrarse en la Unidad de Policía Comunitaria más cercana.
Ahí deben indicar que sus casas quedan abandonadas y que necesitan vigilancia.