Roberto Bonifaz exhibe plumillas

Redacción Cultura

Roberto Bonifaz, conocido ganadero, también es un apasionado de la tauromaquia. Por ello, esta noche (19:30) presentará 23 plumillas de grandes toreros.

El sitio: Casa de Damián (Diego de Almagro N 3-133 y Francisco Andrade Marín, esquina, cerca de Ciespal).

Según Bonifaz, quien tiene una finca en Cayambe, sector de Guachalá. El artista se considera autodidacta. Allá, por 1956, asistió a clases de pintura en la Universidad Central; más tarde aprendió mucho de Jan Schoeder y luego con Bodo Wolf. Roberto Bonifaz confiesa que dibujó toros y toreros desde la infancia. Casi pierde el año porque no hacía los copiados de clase. Pensaba en los toros.

En Inglaterra, en la Universidad de Cambridge, estudió crítica de arte. En la Politécnica de California, Roberto Bonifaz se ganaba unos dólares dibujando a sus compañeros.
Pasaron los años y su esposa, Águeda Pallares, la animó  a exhibir sus cuadros -fue en el 2000.

Ahora vuelve a la Casa de Damián con una serie muy sugestiva de los toreros que hicieron época y fueron reconocidos por su maestría. En la galería están, entre otros, Rafael de Paula, Curro Romero, Paco Camino, Antonio Ordóñez, nacido en Ronda y fundador de una dinastía que ha dejado huella en los ruedos.

Ellos -dice Bonifaz- fueron figuras desde los años cincuenta y deslumbraron por su arte, por aquel ballet con la muerte que significa enfrentarse a un toro de lidia. Uno de los diestros, Curro Romero, toreó   hace poco.

Para familiarizarse con los rostros, Bonifaz vio decenas de películas, en las cuales miró  las facciones, los rasgos, los gestos de los matadores. Ellos, los toreros, están en la plaza, pero no toreando, pues los rostros figuran en primer plano. Bonifaz también ha toreado.

Sus pintores

Roberto Bonifaz  ha trabajado en el campo durante 45 años.  Por eso no se considera un pintor a tiempo completo.

Admira a Picasso  en su período Azul y rosa; el arte sublime de Miguel Ángel; y a Modigliani.

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