Riobamba ¿Sultana?

Una grata sorpresa. El domingo anterior usamos este espacio en un breve esbozo sobre dos ciudades ecuatorianas relacionadas con el Carnaval, Ambato y Guaranda, cada cual con sus características y diferencias. Recibimos más de un comentario y una sugerencia. Bien, pero ¿por qué no una nota sobre Riobamba y talvez otras ciudades de la patria? incluyendo uno que otro detalle sugerente. Una mirada a vuelo de pájaro, en otras palabras, usando un largavista con el aporte de corresponsales y amigos, además de los rasgos históricos y en ciertos casos de recuerdos personales.

 Pues sí. Vamos con Riobamba, la Sultana de los Andes, una ciudad en pleno centro del país, rodeada de un paisaje andino impresionante, con el gran Chimborazo en primer plano. Con una trayectoria humana muy interesante, en la que se mezclan singulares personajes indígenas, como Fernando Daquilema y Alejo Sáenz, representantes de la raza mayoritaria en esa zona, con una comunidad que en buena parte tiene orígenes hispanos, según nos cuenta el genealogista Fernando Jurado Noboa, en su obra “una ciudad de andaluces en América”. Con nombres como Pedro Vicente Maldonado y Juan de Velasco y varios cuadros de honor que incluyen a figuras de varios campos, entre ellas,  Aurelio García, Ángel Modesto Paredes, Ricardo Descalzi, Alfredo Costales, monseñor Leonidas Proaño -aunque no sea riobambeño- y algunos políticos, entre ellos Manuel Elicio Flor, Carlos Guevara Moreno, Daniel León Borja, Carlos Zambrano Orejuela, Ruperto Alarcón, Fernando Guerrero, pidiendo disculpas por los que faltan…y por los que sobran.

El transporte y la vialidad han sido notas destacadas tratándose de una ciudad ubicada en el corazón de la Patria. En 1905 llegó el tren procedente de Guayaquil y cambió el ritmo riobambeño, no solo en los negocios sino en el turismo, dando paso a una época de progreso que se reflejó en el Centro Histórico y otros pasos. Fue una época de oro que duró hasta los años cincuenta, cuando bajó el ritmo de la ciudad, obligándola a duros esfuerzos. Ese y otros problemas determinaron una intensa emigración a Guayaquil y sobre todo a Quito.

La vialidad y el transporte están nuevamente levantando el entusiasmo riobambeño. Avanza a su final la reconstrucción de la carretera Riobamba Guayaquil -por Pallatanga- y el viaje dura apenas tres horas mientras se anuncia un esfuerzo por culminar la vía a Macas y se mantiene aceptable la que va a Cuenca. Se vuelve a hablar de una ciudad de Riobamba convertida en eje vial y se planea un polo de desarrollo. Los chimboracenses sufren pero no desmayan. Lastimosamente, la mayor parte de los que emigraron no regresan. ¿Y en la política? Los datos estadísticos correspondientes a la última concurrencia a las urnas registraron un virtual empate entre Correa y Lucio.    

 

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