Exuberancia y creatividad en la primera noche de desfiles del carnaval de Río

Ante unos 72 000 espectadores, cada agrupación contaban una historia a través de la música, la danza y sus disfraces elaborados. Foto: EFE

Ante unos 72 000 espectadores, cada agrupación contaban una historia a través de la música, la danza y sus disfraces elaborados. Foto: EFE

Ante unos 72 000 espectadores, cada agrupación contaban una historia a través de la música, la danza y sus disfraces elaborados. Foto: EFE

Mendigos bailarines, un navío pirata con agua fluyendo en cascada y hasta un motoquero encima de un carro alegórico: los desfiles de las escuelas de samba del carnaval de Río de Janeiro arrancaron el domingo 3 de marzo, con una alta dosis de creatividad y exuberancia.

Las lluvias torrenciales que dejaron la ciudad en estado de alerta -y retrasaron el inicio del espectáculo en casi una hora- mermaron poco antes de la irrupción de las nueve veces campeona escola de samba Imperio Serrano.

La escuela verde y blanca entró a la 'avenida' -una pasarela de 700 metros- agitando al público con un clásico del cancionero brasileño, 'O que é, o que é?', de Gonzaguinha, que se interroga nada menos que sobre el sentido de la vida. Su “ comisión de frente ” representó el nacimiento de Cristo como si ocurriese hoy y entre un grupo de mendigos.

Le siguió Unidos do Viradouro, dirigida por el premiado Paulo Barros, con un "enredo" (tema) sobre la recuperación del universo y la sonrisa de la infancia para “ virar ” (transformar) las pasiones tristes del mundo.

En los carros alegóricos, sacados de los cuentos leídos por la noche por una abuela, podía verse un barco fantasma con una cascada de agua bañando criaturas del fondo del mar, sapos convertidos en príncipes o, en versión más moderna, un motoquero bajando por una rampa.

“Quien me vio llorar, me vera sonreír, /Puede creerlo, el amor está aquí/ Vira Viradouro iluminó /El brillo en la mirada volvió ” , dice la samba cantada por las más de 2 500 personas de las “ alas ” del desfile y los miles que los acompañaban desde las gradas.

Ante unos 72 000 espectadores, cada agrupación contaban una historia a través de la música, la danza y sus disfraces elaborados.

Cada escuela tenía hasta 75 minutos para desplegar con fluidez en la Sapucaí entre 2 500 y 4 000 integrantes, así como seis carros alegóricos, para deslumbrar a un jurado que puntúa categorías como percusión, vestuario y tema del desfile, entre otros.

En total, catorce escuelas desfilarán durante la noche de este domingo y lunes, en dos veladas que se extenderán madrugada adentro.

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