Richard Martínez, ministro de Economía y Finanzas. Foto: archivo / EL COMERCIO
Entrevista a Richard Martínez, ministro de Economía y Finanzas.
¿En qué fecha viaja a China y con qué agenda?
La segunda semana de diciembre. La agenda económica incluye un interés importante para destrabar los temas de restricciones arancelarias para algunos productos ecuatorianos, como la pitahaya y la quinua. En términos de financiamiento, básicamente la idea es cerrar una operación que se está trabajando con el banco CDB de China.
¿A cuánto asciende la operación?
No puedo comentarlo aún. Se está concretando, pero el objetivo es cerrar la operación con la visita del Presidente de la República y sobre esa base dejar opciones de potenciales operaciones futuras, que todavía no se han discutido.
¿La operación que se va a cerrar es para este año?
Lo del CDB es para este año. Las restantes, para tener líneas de financiamiento abiertas para el futuro. Esperamos cerrar esa operación durante ese viaje, se ha avanzado en las negociaciones, pero siempre la visita va a permitir ultimar los detalles. Para el próximo año son otras operaciones.
¿Qué tasa se busca?
Se buscará una tasa menor, todo eso se está negociando y una vez que ya cerremos la negociación vamos a informar como corresponde.
¿Se comprometerá crudo o campos petroleros?
No se ha discutido sobre campos petroleros. Los detalles se comentarán cuando se cierre la operación. Estamos buscando mejorar las condiciones para el Ecuador.
¿Cuánto mismo hace falta de financiamiento hasta fin de año?
Nosotros aspiramos al menos unas operaciones, que ya tenemos programadas y avanzadas, por hasta USD 2 500 millones. Eso incluye el fortalecimiento de reservas, sobre todo porque noviembre y diciembre son meses de mucha presión para ese indicador.
¿Está previsto que viajen este mes a EE.UU. para reunirse con el FMI?
No.
Pero se han venido reuniendo intensamente con el multilateral hasta octubre pasado. ¿Para qué?
Hay varias cosas que estamos tratando con ellos. Está por ejemplo el Artículo IV, asistencias técnicas para mejorar la capacidad de reportes fiscales y obviamente estamos compartiendo información como se hacía tradicionalmente con ese y otros multilaterales. Todo este trabajo busca reconstruir una relación que estuvo por mucho tiempo debilitada. Y cada vez que tenemos un viaje a Washington tratamos de establecer mecanismos de diálogo con todos los multilaterales.
¿El FMI es una opción de financiamiento del 2019?
No está. Decir que está en camino sería anticipar algo que no se está concretando este momento. Lo que hemos dicho es que todas las fuentes están abiertas -incluida la del FMI o la de China- en tanto esas opciones puedan ser un instrumento que acompañe el plan de prosperidad, que es dinámico y que siempre se puede optimizar, pero eso va a depender de cómo esté el escenario en el 2019.
La Pro forma era la señal de confianza para el sector privado, pero desde ese sector se critica que no se ve un esfuerzo suficiente para bajar gasto corriente.
Algo que destaco de esta Pro forma es que le hemos dado mucha transparencia, toda la información está disponible y con la mayor cantidad de desagregación. El debate sobre la profundidad del recorte es sensato y necesario. Pero el sector privado debe analizar lo que está sucediendo en el país en conjunto. La Pro forma es un factor de análisis, pero hay más cosas sobre las cuales debe sustentarse esa confianza: estamos recuperando la institucionalidad, hay una ley de fomento con importantes incentivos, se volvió a conformar el Consejo Bilateral con EE.UU. El escenario para la inversión privada es en extremo distinto al de hace 10 años.
Pero parece no ser suficiente. Hasta el 2022 apenas creceremos al 1,4% en promedio. ¿No estamos yendo demasiado lento?
Estamos haciendo las cosas con responsabilidad, para evitar un choque que tenga un efecto traumático en lo social y un plan que tenga viabilidad política. El crecimiento no solo está dado por el escenario fiscal, sino por la capacidad del sector privado de invertir. Esto es importante no solo por el tema macroeconómico sino porque una empresa que no invierte no puede competir en un escenario globalizado.
Con un gasto corriente al alza y más contratación de deuda ¿qué cambios reales hay en el manejo fiscal respecto a lo que había antes?
Reducir los gastos en bienes y servicios en 15% es importante. Haber congelado la masa salarial en su conjunto y el esfuerzo de reconocer el 40% de las pensiones jubilares son importantes. Además, esta semana tuvimos una visita del BID para tratar el tema de las empresas públicas.
¿Qué resultado hay?
Vamos a preparar un foro con expertos internacionales para presentar el diagnóstico inicial, comparando los estándares de la OECD frente a lo que se hace aquí. Esa brecha obliga a hacer cambios legales y regulatorios. Por ejemplo, la estructura directiva de las empresas está presidida por el ministro del ramo y eso hace que el gobierno corporativo no tenga estándares internacionales con gerentes, que son escogidos por terceros confiables y son independientes.
¿Los USD 1 000 millones en concesiones incluyen las empresas públicas?
No. Incluyen principalmente proyectos viales, inmobiliarios y esperamos colocar al menos un activo del sector eléctrico.
¿Como cuáles?
Las vías Esmeraldas-Santo Domingo y Latacunga-Quevedo, solo por citar algunos ejemplos. En electricidad se puede citar el sistema hidroeléctrico Paute Integral.
¿Por qué no incorporaron en la Pro forma los USD 1 800 millones que pide el IESS para el 2019, y solo le darán USD 1 240 millones para pensiones?
Enviamos un oficio al IESS señalando algunas preocupaciones que tenemos sobre la estimación de la entidad y el IESS respondió ratificando su criterio. Pero tenemos un informe técnico que sustenta los USD 1 240 millones solo por el 40% de pensiones. Por eso, acordamos instalar una mesa técnica.
Si es tan pequeño el déficit fiscal, ¿por qué se habla de recortes y ajustes?
Para ir bajando el alto endeudamiento y caminar a una trayectoria de estabilidad.
Su trayectoria
Es economista por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Tiene un Executive MBA, un posgrado en Economía Internacional por la Universidad de Barcelona y un Diplomado por la Universidad Miguel de Cervantes (en Chile).
Experiencia. Laboró desde el 2003 en la Cámara de Industrias y Producción, donde llegó a ser su Presidente. Fue Presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano entre el 2015 y el 2018.