En los videos que circulan en redes sociales se escucha a militares explicar a civiles cómo deben actuar si llega una manifestación. Foto: Captura de pantalla del video
Lo confirmó el propio ministro de Defensa, Ricardo Patiño. Los hombres que aparecen en videos instruyendo a civiles y vestidos con uniforme camuflaje pixelado “sí son militares”.
Según el funcionario, esos hechos sucedieron hace más de un año. Y los dos uniformados que están en la grabación actualmente enfrentan un proceso disciplinario por ese tema. “Ya tengo información, aquellos que lo hicieron están identificados. Son militares y cometieron un gravísimo error”, señaló Patiño el 20 de septiembre, durante una entrevista en la TV y Radio Pública.
Esta aclaración del Ministro se da una semana después de que los videos fueran subidos a Internet. Las grabaciones crearon polémica en las redes sociales, pues en las tomas se escucha a los militares explicar a los civiles cómo deben actuar si llega una manifestación. También los entrenan para que se protejan de un ataque de manifestantes con palos.
Incluso les enseñan cómo comunicarse en claves, cómo atender a los heridos y cómo sortear los gases lacrimógenos en posibles protestas.
En los videos se identifica a Rodrigo Collaguazo, asambleísta alterno de Alianza País, y a Carla Delgado, dirigente de Movimientos Sociales. Esta última explicó que se trató de una “mañana deportiva y de pícnic”. Collaguazo aseguró que fue un curso de oratoria.
El ministro Patiño reveló que los soldados no tenían permiso para esta actividad. “No cuentan con ninguna autorización del Ejército ni de las FF.AA. para dar este tipo de entrenamiento”, y “peor aún uniformados”, sostuvo.
El 20 de septiembre, este Diario habló con Collaguazo y le consultó si los militares tenían autorización para estar uniformados y dar ese tipo de instrucción. El dirigente respondió que no conoce a los soldados y que tampoco sabe si tenían autorización.
Por eso, prefiere esperar a las investigaciones de las FF.AA. y de la Fiscalía, que abrió una indagación para verificar si se cometió un delito.
El Código Penal (art. 350) sanciona con cárcel de seis meses a dos años tanto a quienes reciben instrucción militar ilegal, como a quienes la imparten. Y el artículo 348 determina que quien incite a los ciudadanos a armarse unos contra otros recibirá una condena de uno a tres años.
En medio de los roces entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas, el titular de Defensa reveló que a nivel interno están identificando a militares activos que “intentan generar desestabilización” y que también pretenden “crear una imagen negativa del Gobierno para no perder beneficios personales”.
Sin embargo, aclaró que no se trata de “todas las Fuerzas Armadas, ni de toda la Marina”, sino de ciertos elementos.
Con esa misma explicación sostuvo que “alguna gente de la Marina tiene una relación estrecha desde hace mucho tiempo con la oligarquía guayaquileña, con gente vinculada con negocios de barcos, etc”. Y sostuvo que esos sectores tienen “una alta influencia”.
El Ministro también dio más datos sobre el caso de los fusiles chinos. Según el funcionario, ese armamento fue pedido por el anterior jefe del Comando Conjunto de Fuerzas Armadas, Luis Garzón, y reveló que aún deben llegar 15 000 fusiles, pues el pedido habría sido de 25 000 AK-47.
En este momento, ese cargamento se encuentra en manos del Comando Conjunto, que creó una comisión técnica para analizar “el mejor uso” que se puede dar a esa dotación.
Por ahora se conoce que reemplazarán a los FAL y serán usados para entrenamiento del personal uniformado.