La tarde de ayer, 14 de marzo, arrancó la reunión de cancilleres de la Unasur para tratar el tema de Venezuela. La cita se realizó en la sede de la Mitad del Mundo con la presencia de 13 autoridades. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.
El informe sobre la visita de una comisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) a Venezuela sigue siendo confidencial. Los cancilleres del organismo se reunieron ayer en Quito para conocerlo, pero se instalaron de manera reservada para tomar una resolución al respecto.
La sede de la organización, ubicada en Quito, recibió ayer, 14 de marzo, su primera reunión de cancilleres, que es también el primer evento oficial desde diciembre pasado, cuando fue inaugurada. Los ministros de Relaciones Exteriores de las 12 naciones que conforman Unasur estuvieron presentes.
Sin embargo, el encuentro se dio en medio de un ambiente hermético. El acceso para la prensa fue restringido y la sesión se declaró reservada, a pedido del secretario general de Unasur, Ernesto Samper. Hasta el cierre de esta edición (17:00), la reunión continuaba a puerta cerrada en el Salón de Presidentes.
Según Samper, hay información en el reporte que no se puede dar a conocer. Él encabezó la comitiva que el 6 de marzo realizó una visita a Venezuela para constatar las condiciones del Gobierno y la oposición. La integraron también los cancilleres de Ecuador, Ricardo Patiño; de Colombia, María Ángela Holguín, y de Brasil, Mauro Vieira.
La reunión estaba prevista para las 14:00, pero se instaló casi una hora más tarde, pues los ministros comenzaron a llegar recién a esa hora. Los problemas de organización de la sesión se dieron tras ser convocada recién el jueves, después de que fuera originalmente convocada para ese día en Montevideo, Uruguay, país que ostenta la presidencia Pro Témpore.
Las delegaciones también analizarían las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela, que declara a la República Bolivariana como una “amenaza” para su seguridad y su política exterior con base en las denuncias de violaciones a los DD.HH. en el país.
En ese sentido, el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, quien presidió la sesión, pidió una declaración “contundente” que demuestre “la unidad de los países de la región” en relación a Venezuela y sus tensiones con Estados Unidos.
“Unasur no solamente que ha trabajado, sino que lo ha hecho muy bien en lo que se refiere a la participación de la comisión de cancilleres en torno a Venezuela. (…) Estoy seguro de que podemos acordar un mensaje claro y firme”, aseguró Nin Novoa, quien además pidió a sus homólogos brevedad en sus intervenciones, pues todos tenían previsto dejar el país la misma tarde de ayer.
Horas antes de la cita, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, hizo un llamado a los gobiernos latinoamericanos para rechazar de forma unánime las sanciones a Venezuela, a las que consideró un intento de “desestabilización” y una “grotesca injerencia”.
“Estemos o no estemos de acuerdo con el gobierno de (Nicolás) Maduro, por elemental dignidad, América Latina debe levantar su voz unánime rechazando tanta prepotencia, tanto unilateralismo, tanto imperialismo”, dijo Correa durante el enlace ciudadano.
Finalizada la reunión de las delegaciones, estaba prevista una rueda de prensa de los cancilleres sobre la posición oficial de la Unasur frente a la situación de Venezuela.