En la cocina cambiaron los protocolos de bioseguridad. Los chefs Denis Orozco y Alexander Pérez visten trajes especiales y usan protectores faciales al preparar los alimentos. Foto: Cortesía Fogón Restaurante
“La cuarentena nos obligó a reinventarnos”, dice Nataly del Pozo, propietaria del Fogón, un restaurante especializado en carnes y cortes especiales que funciona en Riobamba.
Ellos mantienen cerrado el acceso al público, pero modificaron sus procesos y el menú para atender a sus clientes a domicilio, desde el miércoles 13 de mayo del 2020. El negocio estuvo parado durante 43 días.
Los chefs Dennis Orozco y Alexander Pérez cumplen con un protocolo antes de ingresar a la cocina. Ellos usan trajes de bioseguridad, guantes, protectores faciales y mascarillas mientras preparan los alimentos.
El menú que, antes de que se iniciara la pandemia, incluía al menos 30 platos distintos hoy está reducido. “Las entregas a domicilio tienen otra dinámica. Tuvimos que analizar bien el tipo de público al que podíamos llegar y los alimentos que son adecuados para enviarlos a domicilio”, explica del Pozo.
Ella, su esposo Milton Lastra y otros familiares se asociaron para iniciar el emprendimiento en marzo del 2019. Los socios obtuvieron préstamos y usaron todos sus ahorros para invertir USD 70 000 en el negocio.
Ellos transformaron una casa familiar ubicada en el norte de Riobamba, en la avenida de los Héroes, en un restaurante moderno. Se hicieron mesas y sillas a medida, además de otros enseres para ambientar los espacios.
“Fue muy duro ver el restaurante cerrado con las mesas vacías. Pero decidimos buscar estrategias para recuperar algo de los ingresos y mantener las fuentes de trabajo”, cuenta del Pozo.
En el área de la cocina y en la administrativa trabajan seis personas. Ellos atienden pedidos entre las 15:00 y 17:00, pero esperan ampliar el horario de atención a medida que se incrementen los pedidos a domicilio.
La nueva modalidad de atención también les incentivó a buscar empaques distintos a los tradicionales y a innovar con la presentación de los platos para que los clientes tengan una buena experiencia al servir los platos en casa.
La familia adquirió bolsas de cartón reciclado y en el futuro reemplazarán totalmente los plásticos por otros materiales más amigables con el ambiente. Además, los socios trabajan en una nueva línea de negocio diseñada para acercar aún más los sabores y la experiencia del restaurante a los domicilios.
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