Redacción Deportes
Un buen amigo, un psicólogo y un excelente técnico. Así describen los jugadores de Universidad Católica al DT Renato Salas.
Para ellos, esas han sido las claves que han permitido al estratega, de 39 años, cumplir con una campaña exitosa con la ‘Chatoleí, en la temporada 2009.
HOJA DE VIDA
Renato Salas Baldeón
El estratega nació el 15 de febrero de 1970, en Sangolquí, Pichincha.
Su etapa como jugador se vio frustrada a los 16 años, tras sufrir una lesión vistiendo la casaca de Liga Deportiva Universitaria.
Salas asumió en 2008 la dirección técnica del plantel, ante la dimisión del argentino Víctor Marchesini.A falta de seis fechas para que concluya esta edición, el cuadro universitario es el líder indiscutible de la tabla acumulada de posiciones. Actualmente, Católica suma 58 unidades, seguido de Independiente del Valle con 50.
De ganar un partido más, Católica sería el primer club en clasificarse a la categoría de privilegio, de donde descendió en 2008, tras permanecer 14 años en la B.
Salas se ha ganado el respeto del plantel por la forma en que se dirige a ellos. Así lo asegura Jefferson Villacís, ex jugador criollo.
Dentro del campo de juego, Salas se confunde entre sus 17 pupilos y la jerarquía desaparece. Solo su silbato de color negro lo diferencia de ellos, pues también viste de corto y se mueve al ritmo de los hábiles jugadores.
Esa habilidad la desarrolló desde niño, cuando junto con su padre y hermanos vendía aguas y gaseosas en el interior del estadio Olímpico Atahualpa, de Quito, actividad que realizó hasta 1990, cuando cumplió 20 años.
Por mostrar esa cualidad ante los aficionados del fútbol, el exitoso técnico nacional fue apodado el ‘Quinde Júnior’, sobrenombre que también ostentaba su padre Antonio, fallecido en 2007.
“La familia Salas estaba donde uno los necesitaba. Parecían picaflores, por eso a Antonio lo apodamos el ‘Quinde”, recuerda Carlos Encalada, hincha de Católica.
Salas aprendió desde muy pequeño a ser responsable, cualidad que con el tiempo le ha permitido alcanzar sus objetivos: terminar su bachillerato, alcanzar el título de director técnico y ahora, dirigir a un club de Primera categoría, de manera oficial.
Antes estuvo al frente del plantel, pero solo interinamente. En las 11 ocasiones que dirigió al plantel tras las dimisiones de los técnicos titulares, jamás perdió.
Vinicio Luna y Arturo Iliguan, coordinador y utilero del club, en ese orden, hacen eco de los logros de Salas. “Es una persona entradora, humilde, pero sobre todo responsable”, resaltan ambos.
Salas llegó a Universidad Católica hace 11 años, para hacerse cargo de la categoría Sub 16. Más tarde estuvo al frente de la Sub 18 y de la Sub 20, en donde permaneció por más de seis años.
Su primera experiencia como director técnico del plantel de primera lo tuvo en 2001. En esa ocasión, Salas evitó que el equipo descendiera a Segunda.
En 2004, el ‘Quinde Júnior’ retornó al plantel de Primera, esta vez como asistente técnico de Rosario Martínez. Después colaboró con Alberto Pascutti y Víctor Riggio, en dos ocasiones.
Bajo las órdenes de los expertos, Salas acumuló experiencia, que puso en práctica, tras ser nombrado técnico oficial del plantel de Universidad Católica.
La noticia esperada por años la recibió en noviembre de 2008, tras mantener varias conversaciones con Francisco Egas, presidente de la institución celeste.
Con los acuerdos firmados, Salas armó un plan de acción con el objetivo de ascender al club a la Serie A. Según Luna, Salas jamás exigió a un determinado jugador.
“Él sabía que debíamos formar un plantel de acuerdo a nuestra economía”, confiesa Luna.
Consciente de ese techo, Salas se abasteció de la cantera y encaminó a la cuota foránea. El DT no necesitó más para poner en un excelente nivel a su plantel de jugadores y convertirse en el líder del torneo local de la Serie B.
Salas ya fue ratificado en su cargo para la temporada 2010, gracias a su exitosa campaña.