Elizabeth Bravo. Seleccionada nacional de Triatlón
Mi libertad la ejerzo mientras no lastime a nadie que está a mi alrededor. El hecho de ser libre no me da derecho a tratar mal a otra persona.
Uno es libre de tomar sus propias decisiones, pero sin afectar al resto, ya sea en el deporte o en cualquier actividad.
Cuando represento al país, la libertad tiene un grado de responsabilidad porque uno se convierte en embajadora del país. Todo viene de la casa, pero cuando se está en el extranjero hay que mostrar cultura. Eso no se puede descuidar.
En los viajes uno se aprende nuevas culturas y los grados de libertad de otros. En algunos casos, abusan de esa libertad.
En mi caso, tomo mis propias decisiones, pero eso no me prohíbe consultar con mis entrenadores o dirigentes. Ellos me dan sus opiniones y yo veo lo que me sirve.
Pueden existir criterios contrapuestos, pero lo importante es el respeto. Siempre he dado mi punto de vista sin temor en la Ecuatoriana de Triatlón, en el Comité Olímpico Ecuatoriano o en la Federación Deportiva del Azuay.