Resolución de la ONU condena el racismo sistémico, pero no menciona a Estados Unidos

Un manifestante sostiene una pancarta que dice

Un manifestante sostiene una pancarta que dice "El racismo es una pandemia" en Madrid, el 7 de junio de 2020, durante una manifestación contra el racismo y en solidaridad con el movimiento Black Lives Matter, a raíz del asesinato de George Floyd. Foto: AF

Tras el asesinato de George Floyd, la ONU emitió una resolución que condena el racismo sistémico y la violencia policial. Sin embargo, no criticó la problemática en Estados Unidos. Foto: AFP

Una resolución que condena el racismo sistémico y la violencia policial fue adoptada unánimemente por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tras la retirada de una mención que criticaba específicamente a Estados Unidos.

El Consejo, un órgano de Naciones Unidas con sede en Ginebra y del que Estados Unidos se retiró en 2018, adoptó la resolución por consenso.

El texto, a iniciativa de varios países africanos, fue adoptado en una reunión de urgencia convocada tras la muerte en Estados Unidos de George Floyd y las grandes manifestaciones contra el racismo en todo el mundo.

Floyd, un estadounidense negro de 46 años, murió asfixiado por un policía durante su arresto el 25 de mayo en Minneapolis.

En su versión inicial, la resolución reclamaba la creación de una comisión de investigación internacional independiente para esclarecer el “racismo sistemático” en Estados Unidos.

Este tipo de comisión es una estructura de alto nivel, generalmente reservada a las grandes crisis, como el conflicto en Siria.

Pero el texto fue edulcorado progresivamente y no hace referencia a Estados Unidos, algo muy criticado por las oenegés.

La resolución se limita a pedir a la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, “preparar un informe sobre el racismo sistemático, las violaciones del derecho internacional en materia de derechos humanos y los malos tratos contra los africanos y las personas de origen africano por las fuerzas de seguridad”.

El informe debería, en particular, referirse a “los eventos que provocaron la muerte de George Floyd y de otros africanos y personas de origen africano, con el objetivo de contribuir a establecer las responsabilidades y hacer justicia a las víctimas”, según la resolución.


Presiones estadounidenses 

Las oenegés de defensa de los derechos humanos acusaron a Estados Unidos de presionar para vaciar el texto de gran parte de su contenido.

“Al acosar a otros países para edulcorar la que habría sido una resolución histórica y exonerándole así de cualquier investigación internacional, Estados Unidos da la espalda de nuevo a las víctimas de violencia policial y a las personas negras”, dijo la American Civil Liberties Union (ACLU) .

Sin mencionar a Estados Unidos, Bachelet denunció el miércoles ante el Consejo “el racismo sistemático” y pidió que se “disculpe” por siglos de opresión de la población negra “con disculpas oficiales” y “reparaciones”.

Tras un minuto de silencio en memoria de todas las víctimas de racismo, la secretaria general adjunta de la ONU, Amina Mohammed, dijo en un mensaje en vídeo que era la “responsabilidad” de Naciones Unidas responder a las víctimas del racismo.

Antes de que empezara la reunión el miércoles, unos 20 altos funcionarios de la ONU de origen o ascendencia africana, entre ellos el responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, firmaron a título personal una declaración considerando que “la simple condena de las expresiones y de los actos de racismo no bastan”.

El grupo de países africanos hizo “numerosas concesiones” para “garantizar el consenso” sobre el texto, reconoció el representante de Burkina Faso en nombre de los estados antes de la adopción.

Para obtener reformas, el hermano de Floyd se dirigió el miércoles a la ONU en un mensaje en video. “Tienen el poder de ayudarnos a obtener justicia”, dijo Philonise Floyd.

Hay que poner en pie una “comisión de investigación independiente sobre las personas negras que murieron a manos de la policía en Estados Unidos y sobre la violencia desplegada contra los manifestantes pacíficos”, indicó.

En Ginebra, el embajador estadounidense ante Naciones Unidas, Andrew Bremberg, subrayó esta semana la “transparencia” de su país en materia de lucha contra la discriminación y la injusticia raciales.

Tras un tímido decreto del presidente Donald Trump, los senadores republicanos presentaron el miércoles un proyecto de ley contra las técnicas de estrangulamiento y para formar a los agentes, sin modificar sin embargo la amplia inmunidad de la que gozan desde hace años.

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