Representante de los salasakas es la primera reina indígena del país

La nueva reina Jennifer Masaquiza posa junto a las dos ñustas y a la Señorita. Belleza. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO

La nueva reina Jennifer Masaquiza posa junto a las dos ñustas y a la Señorita. Belleza. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO

La nueva reina Jennifer Masaquiza posa junto a las dos ñustas y a la Señorita. Belleza. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO

La nueva reina indígena del país, Jennifer Masaquiza, estudia arquitectura en la Universidad San Francisco de Quito. A sus 19 años, Masaquiza es la representante de la parroquia de Salasaka, en Tungurahua que fue elegida la noche del sábado pasado. El certamen, que fue el primero de este tipo en el país, se desarrolló en Ambato.

En el concurso participaron nueve candidatas, delegadas de diferentes comunidades y poblaciones indígenas de todo el país. Cada una desfiló en traje casual, de gala y uno típico, según su cultura.

Además de la Sumak Warmy (mujer hermosa en kichwa), también se designaron dos ñustas (princesas) señoritas fotogenia y belleza.

Masaquiza, hija de indígenas salasakas expresó su deseo por el rescate de la arquitectura ancestral. “En mi tierra, la arquitectura es contemporánea pero yo quiero fomentar la ecoarquitectura. Por ejemplo, tenemos la plaza Catitahua que es ancestral y que yo quiero modernizar para convertirla en un nuevo sitio turístico”.

El papá de la nueva soberana, Daniel Masaquiza, es profesor y actualmente vive en Galápagos. Mientras que su mamá, Rosa Chango, trabaja en una empresa privada en Puyo y su hermano menor, suele quedarse bajo su cuidado. Aunque no revela el nombre, la flamante nueva reina asegura que sí tiene novio. Su pareja, agrega, también es indígena y de origen cuencano.

Por cuestiones de estudios Masaquiza se trasladó a Quito cuando era adolescente pero, vivió en su tierra la mayor parte de su infancia. “El año anterior fui designada como tercera reina de mi comunidad y tuve la oportunidad de compartir con mi gente”.
Después de que salga de la impresión de su triunfo, uno de sus primeros proyectos es rescatar la cultura, fomentar las tradiciones y el turismo de todos los pueblos indígenas a los que ahora representa.

Según Masaquiza, tocará muchas puertas para buscar apoyo para concretar todos sus objetivos como reina. “Ojalá se me abran”, dice. Además trabajará con la juventud porque está segura de que ahí está el futuro del país.

Durante el desfile, la soberana vistió los trajes típicos de su lugar natal. La vestimenta de fiesta se confeccionó con lana pura de borrego. También, lució las pachaninas que representan a la dualidad indígena, el poncho, las alpargatas y las joyas respectivas. Además, hizo una reverencia con el sombrero a todo el público presente en la Plaza Cívica, ubicada en los exteriores del Municipio de Ambato.

Este concurso de belleza fue organizado por la agencia de modelos indígena May Sumak, de Tungurahua.

Masaquiza también se llevó el título de Señorita fotogenia. Mientras que el tercer lugar fue para Susana Naula, de Chimborazo y representante de la comunidad Puruhá. En el segundo puesto se ubicó Janeth Gualacañay, también Puruhá. Ambas ñustas se llevaron como premio la utilización del spa del hotel Emperador, de Ambato.

El dueño de la clínica Durán, también de la capital de Tungurahua, dio otro premio. La Señorita Belleza Cirugía Plástica recayó en la representante de la comunidad kichwa de Pastaza, Cinthia Velva. Ella se llevó una recompensa valorada en USD 3 200.

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